Por su extensa trayectoria, su indiscutible liderazgo y gran desempeño en el Barcelona, el defensa Rafael Márquez se convirtió en el «Patrón» de la selección mexicana, pero ahora está en la mira de Estados Unidos por posibles nexos con el narcotráfico
Nacido en febrero de 1979 en el estado de Michoacán (oeste), Márquez fue parte de una camada de brillantes futbolistas que en los 1990 fueron conocidos como los «niños héroes», en alusión a los jóvenes cadetes que lucharon contra la invasión de Estados Unidos de 1846-1848.
«Rafa», como lo llama la afición, debutó en 1996 en el balompié profesional con el Atlas de Guadalajara y fue labrando discretamente su prestigio hasta ganarse un lugar en la selección mexicana.
El 30 de junio de 1999 México enfrentaba a Chile en la Copa América celebrada en Paraguay. En la tribuna estaban visores del club Mónaco de Francia. Márquez, con 20 años, disputaba su sexto partido con selección.
«Fui a la Copa América a ver a un jugador chileno, pero me encontré con que en el equipo mexicano había un defensa que me gustaba», relataría el cazatalentos Julien Muller, que recomendó al Mónaco la compra de Márquez.
Así, ese verano boreal el zaguero mexicano comenzó una trayectoria de 11 temporadas en el fútbol europeo: cuatro con el Mónaco y el resto con el Barcelona, equipo donde se encumbró y con el que conquistó 12 títulos oficiales, entre ellos dos Ligas de Campeones. A Europa volvió en una segunda etapa entre 2014 y 2015 para jugar en el menos prestigioso Hellas Verona de Italia.
– El «Patrón» –
Márquez es el futbolista mexicano que acumula el mayor número de títulos y es considerado ya entre los históricos, sólo detrás del «pentapichichi» Hugo Sánchez.
«Tengo grandes recuerdos de la Copa América. La primera en la que participé me dio la oportunidad de darme a conocer y de ir a Europa», relató Márquez en 2015 al hacer un recuento de su carrera.
Ha jugado las Copas América de 1999, 2001 –fue subcampeón-, 2004, 2007, 2015 y 2016, además de las Copas del Mundo de 2002, 2006, 2010 y 2014.
También militó en la liga de Estados Unidos con el New York Red Bulls y volvió a México con el León, equipo al que condujo al campeonato de liga. En 2016 volvió al Atlas.
«Tener a Rafa Márquez en el equipo es espectacular», considera el argentino Facundo Erpen, central del Atlas. «Es un libro abierto para cualquiera, todos pueden preguntar y aprender constantemente de él».
Pese a su veteranía, Márquez, de 38 años, mantiene su jerarquía en la Selección Mexicana, de la que fue capitán en cuatro mundiales. Los más jóvenes se le cuadran y con respeto le llaman «Patrón».
El timonel del seleccionado, el colombiano Juan Carlos Osorio, desea llevarlo a Rusia-2018. «Esperemos que a Rafael todavía le dé su condición atlética», dijo el timonel alguna vez.
– Decepción, incredulidad –
Tras conocerse la noticia de que Márquez ha sido sancionado por el departamento del Tesoro por presuntos nexos con el narcotráfico, entre la afición en la calle y las redes sociales se percibía un ambiente entre de incredulidad y decepción.
«Está muy mal porque es un ejemplo para los niños», comentó a la AFP Fernando, un joven mexicano que viste la casaca del Barcelona.
En su defensa, Mario Rodríguez, un limpiador de zapatos del centro histórico de la capital mexicana, consideró «absurdo, sinsentido» que Márquez esté involucrado con el crimen. «Un personaje que por México dio buenos resultados», levantó a México en el deporte.
En la red social Twitter en México, el caso Márquez estaba en el primer lugar de tendencias y era el cuarto en España.
str/sem/ol
© Agence France-Presse