Miles de manifestantes tomaron este miércoles la avenida 9 de julio, la principal de Buenos Aires, para reclamar que se decrete la emergencia alimentaria en Argentina, sumida en una fuerte crisis económica y en plena carrera hacia las presidenciales del 27 de octubre.
Militantes de los movimientos sociales anunciaron que acamparán por 48 horas, desde la noche del miércoles, en la céntrica avenida, en una jornada en la que también organizaron ollas populares en la plaza de Mayo, frente a la Casa Rosada, sede de la presidencia.
Familias enteras, con niños pequeños, se aprestaban a acampar en la avenida, con mantas y juguetes.
El Congreso debe recibir el jueves un proyecto de ley de emergencia alimentaria, que permitiría aumentar los recursos que se destinan a subsidios.
«Queremos apertura de programas sociales. También queremos aumento del ingreso para los programas vigentes y aumento de las raciones (de comida) para escuelas», declaró Eduardo Belliboni, uno de los dirigentes.
Al inicio de la protesta hubo incidentes con la policía, que impidió el bloqueo del servicio de metrobús. El paso de automóviles particulares está parcialmente bloqueado en esa zona.
Argentina, que lleva adelante un severo programa de ajuste fiscal, se encuentra en recesión desde 2018, con una tasa de inflación de las más altas del mundo (25% de enero a julio) y aumento de la pobreza (32% en 2018) y del desempleo (10,1% primer trimestre de 2019).
En 2018 el FMI otorgó un préstamo por 57.000 millones de dólares, de los cuales ha entregado hasta ahora 44.000 millones.
Pero la crisis se agudizó en agosto, luego de que el candidato del peronismo de centro-izquierda Alberto Fernández obtuviera 47% de los votos y 15 puntos de diferencia con el presidente liberal Mauricio Macri en unas primarias consideradas como una encuesta a escala real de cara a la primera vuelta de las presidenciales del 27 de octubre.
Según la FAO, Venezuela, Guatemala y Argentina fueron los países de América Latina en los que más aumentó el hambre durante 2018.