El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, decretó este martes que PDVSA facture el combustible que vende a las aerolíneas en petros; una criptomoneda vetada por Estados Unidos y tildada de «estafa» por plataformas de cambio de la web.
«Decreto la venta en petros a partir de este momento de toda la gasolina que vende PDVSA para aviones que cubren las rutas internacionales», dijo Maduro en su rendición de cuentas anual sin aclarar cómo serán los mecanismos para comercializar el combustible.
Venezuela ha sufrido desde 2013 un masivo éxodo de aerolíneas por deudas estatales de 3,800 millones de dólares, según la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA).
Ello por falta de divisas para repatriar ganancias en bolívares en el marco del control de cambio que rige en el país, aunque este fue flexibilizado en los últimos meses.
Maduro también ordenó vender en petros 4.5 millones de barriles de las «reservas físicas» de petróleo de PDVSA y 150 mil barriles diarios de la producción venezolana.
El gobernante socialista decretó igualmente la utilización obligatoria de la criptomoneda para servicios como expedición de documentos -incluidos pasaportes- y registros de venta de inmuebles y vehículos.
El gobierno cotiza cada petro en alrededor de 60 dólares, aunque su valor fluctúa ligeramente.
Especialistas como Asdrúbal Oliveros, director de la firma Ecoanalítica, cuestionan este criptoactivo. «Es un adefesio» que quiere imponerse «a la fuerza» en un contexto de «hiperinflación» y «cero confianza», sostiene.
Washington, entre sus sanciones contra Venezuela, prohibió negociar con el petro. No está disponible en casas de cambio virtuales junto al bitcoin y otras criptomonedas, y webs de calificación de riesgo como icoindex.com lo tildaron de «estafa».
La opacidad con la emisión y con la cadena de bloques (base de datos que registra y valida cada operación con criptoactivos) ha atentado contra la iniciativa anunciada por Maduro a finales de 2017 y lanzada efectivamente en 2018.
En diciembre pasado, Maduro aprobó un aguinaldo en petros para empleados públicos y pensionados, que hicieron largas filas en comercios para comprar alimentos y otros bienes.
Las ventas se hicieron con un sistema biométrico que registra huellas digitales para ejecutar los pagos o, también, una aplicación para teléfonos móviles.
Sin embargo, de acuerdo con expertos, los petros fueron rápidamente cambiados a bolívares y después a divisas, lo que impulsó al alza la tasa de cambio. El gobierno suspendió el pasado 4 de enero el cambio de petros a bolívares por el sistema biométrico, según la privada Asociación Nacional de Criptomonedas.