Madrid y Barcelona se quedarán atrás en el desconfinamiento ideado por el gobierno español, que a partir del lunes permitirá las reuniones con familiares o la reapertura de terrazas en parte del país, anunciaron este viernes las autoridades sanitarias.
España, uno de los países más castigados por el nuevo coronavirus, desarrollará hasta finales de junio un paulatino plan de desconfinamiento por fases que se aplicará a diferente ritmo en los diferentes territorios en función de la incidencia de la epidemia.
El ministerio de Sanidad anunció que la mitad de los 47 millones de españoles podrán avanzar el lunes en esta desescalada.
Se quedó fuera de esta selección la región de Madrid, cuyo gobierno local había pedido pasar a la siguiente fase pese a ser el territorio más castigado, con un tercio de los 26.299 muertos registrados en el país.
«Nos ha parecido que no procedía avanzar de fase (…) Esto no es una carrera», indicó el ministro de Sanidad, Salvador Illa, cuyo equipo reevaluará la situación en una semana.
Gran parte de Cataluña, incluida Barcelona, también deberá esperar, aunque en este caso lo había pedido así el gobierno regional ante el riesgo de rebrote en esta comunidad.
Amplias zonas de las céntricas regiones de Castilla y León y Castilla-La Mancha, así como algunas áreas de Valencia (este) y Andalucía (sur) tampoco avanzarán.
«Disciplina social»
En cambio, alrededor de la mitad de España, incluyendo urbes como Sevilla, Bilbao o Zaragoza, podrán a partir del lunes reunirse con grupos de hasta diez personas, quedar en terrazas con aforo limitado o acudir a tiendas sin tener que pedir cita previa.
También se permitirán entierros y velatorios y la reapertura de hoteles con las zonas comunes cerradas.
Ahora «es más necesaria que nunca la disciplina social», advirtió el ministro.
«Hemos conseguido después de ocho semanas de esfuerzo colectivo controlar la epidemia y en esta fase de desescalada lo más importante es que consolidemos este control», añadió.
Después de un severo confinamiento iniciado el 14 de marzo, España registra 26.299 fallecidos y casi 223.000 contagios diagnosticados, según el ministerio de Sanidad.
En las últimas 24 horas, los fallecidos aumentaron en 229, ligeramente por encima de los 214 del día anterior. A principios de abril se llegaron a registrar 950 defunciones en un día.
Este descenso permitió ciertas licencias en las estrictas restricciones promulgadas por el ejecutivo del socialista Pedro Sánchez. Desde el 26 de abril, los niños pueden salir una hora a jugar y desde el 2 de mayo se permiten los paseos y el deporte individual.
El ayuntamiento de Barcelona reabrió este viernes sus playas para la práctica de deporte entre las 06H00 y las 10H00, lo que atrajo a decenas de personas para correr o nadar.
– Polémica en Madrid –
El impacto de la epidemia es más intenso en los dos motores económicos del país, Madrid y Cataluña, que concentraban más de la mitad de las nuevas defunciones este viernes.
Esgrimiendo la necesidad de reactivar una economía gravemente dañada, con previsiones de una contracción del PIB nacional de alrededor del 10%, Madrid solicitó acelerar su desconfinamiento, una controvertida decisión que provocó la dimisión de la directora regional de Salud Pública.
«No podemos quedarnos eternamente metidos en casa (…) La salud es lo primero, pero hay que conjugarlo con que empecemos a activarnos «, afirmó a la televisión pública TVE la presidenta regional, la conservadora Isabel Díaz Ayuso.
El vicepresidente del gobierno español y líder del partido de izquierda radical Podemos, Pablo Iglesias, la acusó de buscar «ganar posiciones políticas jugando con algo tan serio como salvar vidas».