La producción en serie de los SeaBubbles, los «taxis que vuelan» sobre el agua, comenzará en enero de 2021, según su inventor, el francés Alain Thébault, que espera verlos en acción en Venecia, Dubái, París y Zúrich.
«Estamos terminando la versión definitiva del SeaBubble de aquí a diciembre, pues entra en producción a inicios de 2021 para entrega seis meses más tarde», precisó a la AFP Thébault.
Creada en 2016, la empresa quiere descongestionar las ciudades desarrollando el transporte acuático, con una promesa:
«Ausencia de ruido, olas, contaminación y un vehículo que expele solo vapor de agua gracias a (su propulsión con) hidrógeno«,
dice con entusiasmo el arquitecto naval.
Para realizar esta proeza, los SeaBubbles retoman el principio del hidróptero desarrollado por Alain Thébault, con el que batió un récord de velocidad con vela en 2009.
Como una especie de alas inmersas, los «foils» mantienen al barco por encima del agua unos 50 centímetros sobre las olas, gracias a la velocidad. «Eso causa una reducción de 30% a 40% del frenado», explica el empresario.
La flotilla
Thébault apuesta por una producción inicial de 50 vehículos. Ya fueron encargados Nueve SeaBubbles, afirma.
Thébault destaca el interés de ciudades como «Dubái, Venecia, Zúrich, París…», y espera vender las 50 primeras unidades «antes del fin de este año».
«He adoptado el modelo de Tesla (el constructor estadounidense de vehículos eléctricos de alta gama, NDLR). Se paga un avance simbólico y el resto a la entrega», dice el inventor.
Busca de fondos
Destinados sobre todo para grandes urbes, los Bubbles son vendidos alrededor de 250,000 euros (unos 300,000 dólares) la unidad.
En Francia, las relaciones entre el empresario y los poderes públicos experimentan altas y bajas. Thébault elogia de la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, que lo apoyó públicamente en su proyecto, pero se queja de las dificultades burocráticas que causaron el aplazamiento de los ensayos en el Sena en 2017.
La reglamentación impone una velocidad máxima de 12 km/h en los ríos, cuando los SeaBubbles son concebidos para circular a 40 km/h.
«Cuando fuimos recibidos por los ministros en Dubái, nos dijeron: ‘Aquí todo es posible. No hay límite de velocidad'», subraya Thébault.
«Se requiere un financiamiento de cinco millones (de euros) para el primer objetivo de las 50, y de siete millones para la parte HiBus», dijo a la AFP el consejero de la empresa para asuntos financieros.
Pues, además de los SeaBubbles de siete plazas (una de ellos para el piloto), Alain Thébault ambiciona comercializar un barco-bus de 12 o 32 butacas para 2022.
Para concretizar estos proyectos, la start-up está en «discusión preliminar con una familia franco-suiza» para responder a la primera parte de sus necesidades de inversión, confía este consultor exterior a la empresa.
Hasta ahora, SeaBubbles obtuvo 13 millones de euros, principalmente de parte de la compañía mutual de seguros francesa MAIF, así como del fondo de inversiones Partech, entre otros.
La start-up también ha recibido subvenciones del banco público de inversiones francés y de la Unión Europea.