En el marco de la conmemoración del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, el procurador de los Derechos Humanos (PDH), Jordán Rodas, emitió un pronunciamiento en donde asegura que los pueblos nativos de Guatemala exigen un Estado de Derecho, justicia y seguridad.
“En Guatemala, los pueblos indígenas han sido secularmente despojados, excluidos, marginados, siendo blanco de oprobiosas prácticas de discriminación y racismo. Las poblaciones indígenas presentan los peores indicadores de desarrollo humano, incluyendo el bajo acceso a servicios de salud, educación, infraestructura y justicia, así como restricciones de acceder a activos como la tierra y otros recursos naturales”, manifiesta.
De acuerdo con el magistrado de conciencia, durante la pandemia del Covid-19 se ha prolongado el abandono hacía los pueblos indígenas en Guatemala, quienes constituyen hasta 8 millones del total de 490 millones de habitantes a nivel mundial. Agregó que la crisis sanitaria ha exacerbado las condiciones de pobreza, precariedad laboral, y colapso de escuelas en territorios habitados por indígenas.
Para el PDH, los pueblos originarios se han consolidado como «un sujeto de transformación social, política, económica» para pedir «justicia y verdad» al Estado.
Asimismo, ha condenado de manera pública actos de corrupción e impunidad en el país. Cabe resaltar que los pueblos indígenas han encabezado las recientes acciones de manifestación contra el gobierno actual y la fiscal general, María Consuelo Porras.
En ese sentido, recomienda al Estado que cumpla con sus deberes resumidos en los artículos 1 y 2 de la Constitución Política de la República. Aunado a ello, reitera su compromiso de velar en que la administración pública cumpla con el «pleno goce de sus derechos humanos, individuales y colectivos», a fin de consolidar la sociedad democrática».