Un grupo de médicos que se había desplazado hasta la cárcel donde permanece recluido el opositor ruso Alexei Navalni denunció que las autoridades les impiden acceder a él, a pesar de que supuestamente su salud ha empeorado en los últimos días.
«¿Cómo hay que ser para denegar el acceso de médicos a una persona moribunda?», declaró la doctora Anastasiya Vasilyeva a las puertas del campo de Pokrov, situado a unos 100 kilómetros de Moscú. La Alianza de Médicos denunció que tanto ella como otros profesionales los detuvieron y los subieron en furgones policiales, según la agencia de noticias DPA.
El entorno de Navalni ha asegurado que el opositor tiene graves problemas de espalda y una pierna paralizada, así como fiebre y tos. El político anunció hace unos días el inicio de una huelga de hambre para denunciar su situación y reclamar ver a un médico externo.
Respuesta del gobierno
El Kremlin, entretanto, ha negado cualquier trato discriminatorio hacia Navalni. «Si se trata de una enfermedad, el tratamiento se proporcionará al nivel apropiado», ha declarado a los periodistas el portavoz presidencial, Dimitri Peskov, según la agencia oficial Sputnik.
En este sentido, ha apuntado que no puede haber «condiciones especiales» para un preso concreto, ya que «existen ciertas reglas», también cuando algún recluso cae enfermo.
A Navalni, quien en agosto de 2020 sobrevivió a un envenenamiento del que culpó al Gobierno, lo detuvieron a su vuelta a Moscú en enero y obligado a cumplir la condena que se había dictado contra él por fraude en 2014. La Justicia entendió que había violado las condiciones de su libertad condicional.