Las placas amiloides son depósitos de proteínas que se acumulan entre las células cerebrales, dificultando su funcionamiento y provocando finalmente la muerte neuronal. Se consideran un rasgo distintivo de la enfermedad de Alzheimer y el foco de múltiples investigaciones diseñadas para reducir o prevenir su formación.
Como los depósitos de amiloide también pueden aparecer en la retina del ojo, a menudo en pacientes de Alzheimer, podría ayudar a una detección más fácil y rápida de la enfermedad.
En un pequeño estudio transversal, publicado en la la revista ‘Alzheimer’s & Dementia’, un equipo multicéntrico de investigadores, dirigido por científicos de la Facultad de Medicina de la Universidad de California, comparó las pruebas de amiloides en la retina y el cerebro de los pacientes del estudio A4 y de otro estudio (Longitudinal Evaluation of Amyloid Risk and Neurodegeneration) que evaluaba el riesgo de neurodegeneración en personas con niveles bajos de amiloide.
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Biomarcadores
Los investigadores observaron que la presencia de manchas en la retina se correlacionaba con escáneres cerebrales que mostraban niveles más altos de amiloide cerebral. El hallazgo sugiere que las imágenes retinianas no invasivas pueden ser útiles como biomarcadores para detectar el riesgo de EA en sus primeras etapas.
«Se trata de un pequeño conjunto de datos iniciales de la visita de cribado. Involucró a ocho pacientes», explica el autor principal Robert Rissman, profesor de neurociencias en la Escuela de Medicina de la UC San Diego y director del Núcleo de Biomarcadores para el Estudio Cooperativo de la Enfermedad de Alzheimer y el Centro de Investigación de la Enfermedad de Alzheimer en la UC San Diego.
«Pero estos hallazgos son alentadores porque sugieren que puede ser posible determinar el inicio, la propagación y la morfología de la EA -un diagnóstico preclínico- utilizando imágenes de la retina, en lugar de exploraciones cerebrales más difíciles y costosas –asegura–. Estamos deseando ver los resultados de otros escaneos retinianos de puntos temporales y el impacto del solanezumab (un anticuerpo monoclonal) en las imágenes retinianas. Por desgracia, tendremos que esperar a ver y analizar estos datos cuando se complete el ensayo A4«.
El siguiente paso, añade Rissman, será llevar a cabo un estudio más amplio para documentar y determinar de forma más completa la relación entre el amiloide retiniano y el amiloide cerebral, tanto de forma transversal como a lo largo del tiempo.
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