Los tenistas colombianos Juan Sebastián Cabal y Robert Farah hicieron historia el sábado levantando el trofeo de dobles en el torneo británico de Wimbledon, donde se impusieron en la final a los franceses Nicolas Mahut y Edouard Roger-Vasselin.
Fue un partido apoteósico, de casi cinco horas (4 horas y 57 minutos) y en cinco sets, los cuatro primeros con un tie-break.
Y la primera pareja de Colombia que jamás haya llegado a una final sobre la hierba del All England Club londinense acabó imponiéndose por 6-7 (5/7), 7-6 (7/5), 7-6 (8/6), 6-7 (5/7) y 6-3 cuando ya caía la noche.
Cabal y Farah, que partían como segundos cabezas de serie, obtenían así, con 33 y 32 años respectivamente, su primer título de Grand Slam.
«Esto es enorme para nuestro país», exclamó Cabal.
«No tengo palabras», aseguró Farah. «No dejaba de mirar el reloj y me decía ‘esto es ridículo'» pero «seguimos luchando y luchando, concentrándonos en el partido».
El duelo quedó a cuatro minutos del partido de dobles más largo disputado en Wimbledon (cinco horas y un minuto, en 1992 con John McEnroe y Michael Stich como vencedores).
Mahut estuvo también en el partido más largo de la historia (11 horas, 6 minutos), contra el estadounidense John Isner en la primera ronda de Wimbledon en 2010.
Hermanos de otra madre
Los dos colombianos son amigos desde que tenían cinco años, crecieron juntos, entrenaron juntos, y se consideran como «hermanos de otra madre». Jugaron su primer partido de dobles hace más de 20 años y comparten toda su vida.
«Mantenemos todo el año juntos, viajamos juntos, descansamos juntos, mi esposa dice que tiene dos maridos, así de simple», explica Cabal.
Juan Sebastián tiene «el toque, la magia en su mano», afirma su compañero, quien suma su poder de golpe a este gran dúo.
Pese al estrecho lazo y la compenetración, su proeza del sábado no fue fácil.
Mahut, que ya había ganado en 2016 formando pareja con otro francés, Pierre-Hugues Herbert -quien este año disputó los dobles junto a Andy Murray-, buscaba su segundo Wimbledon.
Él y Roger-Vasselin eran 11º favoritos y presentaron una muy dura batalla.
Pese a salvar tres puntos de set en el primero, los colombianos acabaron perdiéndolo. Pero se mostraron muy sólidos en los dos siguientes.
Los nervios estaban a flor de piel. En la red los franceses chocaban con el muro levantado por el tenista de Cali y su compañero nacido en Canadá. Pero a Farah y Cabal se les escapaban los golpes profundos y no lograban quebrar el servicio de los franceses.
Con techo cubierto
Una bola a favor de los colombianos, cantada inicialmente como falta, en el tercer tie-break hizo estallar la ira de Mahut, que mantuvo un tenso enfrentamiento con el juez, al que acusó de haber cometido un «grave error».
Los franceses abandonaron la pista y a su retorno parecían determinados a llevarse el partido en la cuarta manga.
Quebraron el servicio de los colombianos, pero sus esperanzas duraron muy poco, porque estos les pagaron inmediatamente con la misma moneda, aunque los galos lograron apuntarse el desempate.
En el quinto set, con el techo retráctil ya desplegado sobre la pista central por falta de luz, una rotura de servicio en el octavo juego sentenció la histórica victoria para Colombia.
Es la primera vez en la historia que una pareja íntegramente sudamericana logra el título de dobles en Wimbledon.
Anteriormente lo había conquistado el brasileño Marcelo Melo, haciendo pareja con el polaco Lukasz Kubot en 2017, la argentina Gabriela Sabatini, con la alemana Steffi Graf en 1988, y la brasileña Maria Bueno, que fue cinco veces campeona en los dobles femeninos, todas ellas antes del inicio de la ‘era Open’ (1958, 1960, 1963, 1965, 1966).
El tenis latinoamericano añade a estos éxitos en Wimbledon los que consiguieron los representantes de México, con los éxitos de Rafael Osuna (1960, 1963), Antonio Palafox (1963) y Raúl Ramírez (1976).
Pero para los colombianos mañana es un nuevo día.
«Obviamente es meta cumplida, pero aquí no termina el año, sigue el calendario», dice Cabal, «y el tenis no va a parar porque nosotros ganamos este torneo».