Estados Unidos, Mercosur, Brexit, medio ambiente y defensa del mercado interno son los temas más candentes que esperan a Valdis Dombrovskis, nombrado el martes nuevo Comisario de Comercio de la Unión Europea.
La relación transatlántica
Las relaciones comerciales de la Unión Europea (UE) con Estados Unidos se han deteriorado desde que Donald Trump llegó al poder, en 2017, entre impuestos punitivos sobre el acero y el aluminio, amenazas a los automóviles e incluso disputas sobre la tributación del llamado cuarteto GAFA (Google, Apple, Facebook y Amazon).
Los europeos -que no obstante lograron limitar el daño- observarán con detenimiento el resultado de las elecciones presidenciales estadounidenses de noviembre.
Si Trump resulta vencedor, la UE y su nuevo comisario de Comercio deberán continuar por el mismo camino entre la diplomacia y la respuesta a los ataques.
En el caso de la victoria de Joe Biden, la relación debería relajarse un poco y permitir un retorno al multilateralismo, a través de una reforma de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
«Pero no volveremos al mundo antes de Trump», señaló Cécilia Bellora, economista de Cepii, entrevistada por AFP, quien señaló que restarán «rastros, como aranceles que se mantienen o una determinada forma de preferencia nacional».
Acuerdo con el Mercosur
Concluido con gran fanfarria en el verano boreal de 2019, después de 20 años de discusión, el acuerdo comercial de la UE con los países del Mercosur (Brasil, Argentina, Paraguay, Uruguay) parece haberse estancado.
El acuerdo debe ser ratificados por los parlamentos de los países europeos, pero los de Austria y Holanda ya lo han rechazado en su forma actual.
Otros países -como Bélgica, Francia, Irlanda y Luxemburgo- se muestran claramente reticentes.
Incluso Alemania, que ha sido durante mucho tiempo un gran defensor del acuerdo e inicialmente esperaba firmarlo antes de fin de año, recientemente dio un giro de 180 grados.
El nudo del problema está en las consecuencias del texto para los agricultores europeos, pero sobre todo los riesgos que plantea para el medio ambiente, en particular para la selva amazónica.
«El nuevo comisario tendrá un poco de eso en sus manos«, dijo Bellora.
Además, «hacer aprobar el texto tal como está y con el gobierno en el poder en Brasil, no veo cómo se podrá hacer«, señaló.
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Cuestiones ambientales
Durante años diversas entidades no gubernamentales han acusado a la UE de no tener suficientemente en cuenta los problemas de salud ambiental y el calentamiento global en la celebración de sus acuerdos comerciales.
Después de la ya sepultada Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión, el acuerdo con Canadá (CETA, en inglés) y el del Mercosur simbolizan estos cuestionamientos.
A su llegada, la nueva presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, hizo del medio ambiente, con su famoso «acuerdo verde«, una de sus prioridades.
Además del nombramiento de un funcionario de la Comisión encargado de garantizar el cumplimiento de los acuerdos comerciales, lanzó una consulta para reformar la política comercial de Bruselas.
Para Samel Leré, de la Fundación para la Naturaleza y el Hombre, «la dimensión climática» debe convertirse en «esencial en la política exterior de la UE, que requiere un cambio en la política comercial».
Gestión del post-Brexit
Ya sea que se alcance o no un acuerdo antes de fin de año entre Bruselas y Londres, la relación comercial entre el Reino Unido y el continente tendrá que ser reinventado.
Es probable que la tarea recaiga en el nuevo comisario europeo de Comercio, ya que el negociador jefe de la UE para el Brexit, Michel Barnier, ha anunciado que finalizará su misión pase lo que pase.
En el caso de un «no acuerdo», la tarea podría ser difícil, entre colas interminables en las fronteras, altos aranceles e intereses divergentes de los estados miembros.
«No dejemos que este tema divida a Europa«, advirtió recientemente Peter Altmaier, ministro alemán de Economía, cuyo país ostenta la presidencia rotatoria de la UE.
«Tenemos una amistad de décadas (con los británicos), pero tendremos que estructurar nuestras relaciones futuras, para que sean compatibles con la organización interna de la UE», agregó.
Defensa del mercado interior
El nuevo Comisario de Comercio deberá garantizar que los socios de la UE comercien respetando condiciones de competencia que sean justas, ya sea en términos de normas medioambientales o sociales o incluso de ayudas públicas a las empresas.
«Debemos aplicar las mismas reglas de producción a los productos importados«, dijo Leré.
Esto se refiere particularmente a China, el mayor contaminador del mundo y un país habituado a subsidiar a sus empresas y que no ofrece los mismos derechos a los inversores extranjeros en su territorio.
Altmaier espera que Bruselas y Pekín, que están negociando un acuerdo de inversión, «lleguen a un acuerdo sobre reglas comunes con China para evitar que los inversionistas tengan menos derechos que los inversionistas chinos en territorio chino«.
La UE también debería proponer en 2021 la implementación de impuestos sobre el carbono en las fronteras, de modo que el precio de los productos importados incluya el costo ambiental.