Por una vez en la turbulenta campaña electoral de Estados Unidos, Donald Trump y Joe Biden ceden este miércoles su protagonismo ante el primer debate entre el vicepresidente republicano Mike Pence y la demócrata Kamala Harris que busca reemplazarlo.
La enfermedad del mandatario de 74 años, sumada a las inquietudes sobre el estado físico y la edad de su rival, Joe Biden, que es tres años mayor, aumenta el interés por el encuentro entre sus números dos, que se desarrollará en Salt Lake City, Utah.
A cuatro semanas de las elección, la pandemia de covid-19 estará presente en el duelo verbal que comenzará a las 01H00 GMT.
Ambos debatirán protegidos por una mampara, y se aumentará su separación a casi cuatro metros.
Ex procuradora de 55 años y acostumbrada a discutir acusaciones, la senadora Harris tiene un adversario a quien culpar por la gestión de la pandemia.
Pence
Pence, de 61 años, encabeza desde febrero la célula de la Casa Blanca encargada de hacer frente a la pandemia que ha hecho de Estados Unidos el país con mayor cantidad de decesos por covid en el mundo.
Y el principal enfermo es el presidente republicano Donald Trump.
Ya de vuelta en la Casa Blanca luego de estar tres días hospitalizado por el covid-19 y ya sin síntomas este miércoles, Trump juega la carta de un líder sin miedo e insta a los ciudadanos a no dejarse «dominar» por el virus.
Más allá de las críticas que su discurso suscita entre los médicos, difícilmente Trump sea escuchado en un país que tiene más de 210,000 muertos por el virus.
El comportamiento de Trump, como quitarse teatralmente su mascarilla al regresar el lunes a la Casa Blanca, es especialmente observado en momentos en que proliferan los contagios en gente de su entorno.
«Las mascarillas salvan vidas», volvió a tuitear Harris en un directo ataque al presidente.
Biden a la cabeza
La interrupción por Trump de las negociaciones con la oposición demócrata sobre la asistencia económica a hogares y empresas perjudicadas por la pandemia, debería figurar en el debate entre Pence y Harris. Los demócratas acusan al presidente republicano de abandonar a sus conciudadanos.
Criticado desde el inicio de la pandemia por la rudeza de sus mensajes o su falta de empatía, Trump no parece decidido a cambiar el tono.
En contraste, Biden respeta escrupulosamente las medidas de protección contra el virus. Tal vez lo hace en demasía, dicen sus adversarios que sospechan que quiere eludir a electores y periodistas.
Procurando mostrarse como el unificador de un dividido Estados Unidos, Biden lidera desde hace meses las encuestas preelectorales. Y aumentó aún más su ventaja sobre Trump tras el áspero debate entre ambos el 29 de setiembre.
Menos de tres días después, Trump fue diagnosticado con covid-19. Biden fue testeado desde entonces cuatro veces con resultado negativo. El último test fue el martes.
Hacia la historia
Pence y Harris completan a su manera a cada uno de los candidatos a la presidencia.
Cristiano ferviente y de buenos modales, Pence, un abogado, contrasta con la exhuberante personalidad de Trump. Habla mesuradamente sobre la pandemia pero también es un orador disciplinado.
De padre jamaiquino y madre india, Harris parece una promesa de vitalidad ante un Biden que, en caso de ganar, sería el presidente más viejo en llegar a la Casa Blanca.
Primera candidata negra a la vicepresidencia por uno de los grandes partidos, Harris sería también la primera mujer en llegar al segundo cargo más importante de Estados Unidos.
«Estoy impaciente por ver a Kamala Harris entrar en la historia», tuiteó Biden.