- Sindicato de maestros termina aceptando las órdenes judiciales, pero hay dudas en el ambiente sobre el momento en que el conflicto con el Mineduc termine
Los maestros levantaron este lunes por la tarde el campamento montado en la Plaza de la Constitución desde el 29 de mayo, pero aún no se sabe si las clases se reanudarán con normalidad en las escuelas que lograron paralizar durante los dos meses que ha durado la huelga magisterial dirigida por Joviel Acevedo.
Según trascendió en fuentes cercanas a la dirigencia sindical, se trata de un «movimiento estratégico» para evitar una confrontación más grave, mientras se «reagrupan las fuerzas y se ganan aliados entre los opositores al gobierno del presidente Bernardo Arévalo.
En este tiempo se han podido ver algunos actores importantes que apoyaron –directa o indirectamente– al movimiento sindical, aunque desde el principio mostró menor poder de convocatoria que en protestas organizadas en el pasado, casi siempre en contubernio con los gobiernos de turno.
Intencionalmente o no, uno de los aliados más importantes que ha tenido Joviel Acevedo y el STEG es nada menos que el Alejandro Córdova, Procurador de los Derechos Humanos (PDH), quien no ha emitido ninguna resolución a favor del derecho a la educación de la niñez a lo largo de los 56 días de huelga ilegal de los maestros.
Sin embargo, en los últimos días, se vio un despliegue de personal de la PDH acompañando a los maestros en su recorrido, «Con el objetivo de verificar que se garantice el respeto de los derechos humanos», según la publicación en la cuenta X de la institución.

Cualquiera de los procuradores anteriores en el cargo se hubiera pronunciado a favor del derecho a la educación de la niñez guatemalteca, los cuáles están consignados en la Constitución de la República –artículo 71–, en la Declaración Universal de los Derechos Humanos –artículo 26– y en la Convención de los Derechos de los Derechos del Niño –artículo 28–.
Córdova se ha caracterizado por no defender las causas de los Derechos Humanos más allá de realizar seminarios, con los que justifica la ejecución del multimillonario presupuesto de la institución a su cargo.
Las alianzas políticas
Joviel Acevedo se ha caracterizado en el pasado por hacer alianzas con los partidos políticos que llegan al poder o tienen influencia en la administración pública. Sin embargo, la mayoría de ellos ya no existen, aunque uno de ellos, la Unión Nacional de la Esperanza (UNE), ha mantenido una importante cuota de poder en el país y es uno de los principales aliados de este movimiento magisterial.
Así se ha comprobado con la citación a Joviel Acevedo para acudir a bancada de la UNE, con el fin de generar comentarios adversos a la postura que ha asumido el gobierno de Arévalo y la ministra de Educación, Anabella Giracca.

El primer pacto colectivo que inició el empoderamiento de la STEG en el ministerio de Educación se dio precisamente durante el gobierno de Álvaro Colom, cuando la secretario de la UNE, Sandra Torres, era reconocida como «el poder tras el trono».
En fuentes parlamentarias se comenta que Acevedo mantiene conversaciones con otros bloques opositores para fortalecer lo que considera un «frente político» que puede ser útil a su causa.
La inacción también suma
finalmente, en el esquema de alianzas, el Ministerio Público (MP) ha resultado de vital importancia. A diferencia de la celeridad que muestra en los casos en los que se persigue a exfiscales, exjueces, periodistas o defensores de derechos humanos, en el caso de la huelga ilegal magisterial el ente fiscal ha mostrado una pasividad total.
A poesar del incumplimiento de las órdenes de varios tribunales, en el sentido de que la huelga es ilegal y de dar un mandato a los maestros en paro –también inclumplido– para que vuelvan a las aulas, el ente fiscal no ha iniciado ninguna investigación para perseguir a los responsables del incumplimiento de los mandatos judiciales.
Esta actitud ha resultado muy importante para no perder cohesión entre los maestros, porque de saberse perseguidos, la mayoría de ellos hubiera vuelto a dar clases.
Esta mañana en emisoras Unidas, dos analistas reconocidos, el periodista Gustavo Berganza y el expresidente de la Corte Suprema de Justicia, Luis Fernández Molina, coincidieron en resaltar que «es difícil saber» si al levantar el campamento de la Plaza de la Constitución los maestros deponen su movimiento, pero dijeron que, en todo caso, «la batalla de opinión pública la está ganando el Gobierno», por el desprestigio que trae la huelga magisterial.
LEE ADEMÁS:
