Fidel castro ha sido el personaje más protagónico en la historia de américa en los últimos 57 años. Con el triunfo de la revolución (1959) terminó con una dictadura de derecha e inició otra, igualmente autoritaria, de corte comunista, la cual ha logrado sobrevivir a pesar de los embates de estados unidos, la mayor potencia mundial. El mundo está ahora a la expectativa de cambios.
Uno a uno, los líderes americanos surgían, gobernaban —por mucho o poco tiempo—, y desaparecían de la escena continental, mientras Fidel Castro era el único que permanecía en el poder, con fuerza suficiente para desafiar a Estados Unidos (EE. UU.) y mantener vivo ese exclusivo régimen comunista en América.
Si bien los quebrantos de salud le obligaron a ceder el poder a su hermano Raúl Castro en 2006, jamás dejó de ser la figura central del régimen. Falleció a los 90 años, dejando atrás un legado con muchos detractores, pero también defensores, principalmente entre los sectores más desposeídos de la isla.
Fidel encabezó la Revolución cubana que puso fin a la dictadura de Fulgencio Batista. Su entrada triunfal a La Habana, el 1 de enero de 1959, hizo pensar que la isla retomaría la vía democrática —ofrecida inicialmente—, pero pronto se confirma que se trata del cambio de un dictador de derecha, por otro de corte comunista.
Al igual que su antecesor, mantuvo eliminadas la mayoría de libertades, aunque impulsó mejoras sociales que tuvieron éxito, principalmente en materia de educación y salud.
Curiosamente, en su primer discurso a la nación, que hizo el 8 de enero de 1959 en Ciudad Libertad, ofreció que el pueblo gozaría de libertades y sería tomado en cuenta para las grandes decisiones, algo que nunca ocurrió.
Entre frases de aquel mensaje, se pueden citar estas:
… antes de tirar un tiro, hay que llamar mil veces al pueblo, hablarle al pueblo, para que el pueblo, sin tiros, resuelva sus problemas […] porque la opinión pública tiene una fuerza extraordinaria y tiene una influencia extraordinaria, sobre todo cuando no hay dictadura. En la época de dictadura, la opinión pública no es nada, pero en la época de la libertad, la opinión pública es todo […] con la razón y la inteligencia, y con la influencia de la opinión pública, que es la que manda, no con la fuerza.
En sus entrevistas casi inmediatas al triunfo revolucionario, Castro se comprometió a devolver la democracia a Cuba. Ni lo uno —tomar en cuenta al pueblo o la opinión pública—, ni lo otro —democracia— cumplió el ahora fallecido exdictador.
Dictadura como todas
Es la segunda mitad del siglo XX. Mientras en América Latina se suceden las dictaduras de corte militar de derecha, Fidel Castro se aparta de esa tendencia, así como de la dependencia de EE. UU., para buscar en la Unión Soviética (URSS), estandarte del comunismo, a su aliado natural contra el imperialismo americano, que confronta toda su vida.
Para muchos, lo que pudo ser un cambio maravilloso para Cuba, termina siendo el surgimiento de un nuevo autoritarismo. Como sucede en estos casos, el nuevo régimen se define claramente con su postura, de la cual destacan cinco pecados de origen:
1.- Autoritarismo
Desde un inicio, Fidel fue nombrado primer ministro con plenos poderes, pero luego asumió directamente la presidencia del Consejo de Estado y del Consejo de Ministros.
Aunque en el papel y la Constitución existen otros organismos del Estado, todos los temas delicados en materia de legislación y justicia debían ser aprobados por él, y más tarde por su hermano Raúl.
También se sabía que las grandes directrices en materia de economía eran dictadas por él como Jefe Supremo. Se volvieron famosos sus largos discursos, en los que casi siempre apelaba al apoyo popular a la revolución.
En resumen, sus decisiones no se podían discutir, mucho menos encontrar oposición. Imperaba su punto de vista en la todas las materias, política, económica, social, cultura y hasta deportiva.
2.- Sin libertades
Este es quizás el mayor pecado de las dictaduras, sean de derecha o de izquierda. La lista de libertades suprimidas por el nuevo régimen castrista es larga:
l Libertad de expresión y de prensa. Todos los medios de información terminaron siendo propiedad del Estado. No se permiten opiniones críticas al gobierno. Se ha llegado al extremo de controlar el internet y los blog independientes.
l Participación política. Vedada desde un inicio. Solamente el partido oficial tiene organización, aunque no se han realizado elecciones libres en casi 60 años. Pocos países han registrado tantos presos políticos como la cuba castrista.
l Sin derecho a la propiedad o libertad de empresa. Aunque algo ha cambiado en los últimos diez años, mientras Fidel gobernó con mano férrea, toda la actividad económica estaba en manos del Gobierno. Los ciudadanos apenas ahora empiezan a tener la oportunidad —limitada— de acceder a la propiedad.
l De religión. Aunque se ha dado alguna apertura, principalmente a partir de las visitas del papa Juan Pablo II, durante mucho tiempo se restringió este derecho natural.
El Estado ha controlado casi todos los derechos de los ciudadanos. En cambio se respetaron siempre el derecho a la salud y la educación, que alcanzaron uno de los mejores índices en Latinoamérica.
3.- Antidemocrático Aunque se hablaba siempre de que Fidel sostenía una democracia socialista, en la práctica esto nunca ha sido realidad. Todas las elecciones realizadas eran siempre controladas de manera plena por el Gobierno y su líder. Sin oposición política ni libertad de prensa, es imposible pensar que el sistema es democrático. Estará a prueba, eso sí, cuando concluya el período de Raúl Castro en el año 2018.
4.- Comunismo expansionista
Si bien criticó siempre al imperialismo americano, Fidel intentó promover revoluciones socialistas en América Latina. Desde La Habana se apoyaba a los movimientos insurgentes y se les facilitaban contactos y financiamiento con los países de la llamada Cortina de Hierro, especialmente la Unión Soviética.
Con la caída del comunismo en Europa, Fidel creo alianza con el llamado socialismo del siglo XXI, y particularmente con el expresidente venezolano Hugo Chávez, que tenía su propia estrategia para llevar esta ideología a otros países de la región por medio de financiamiento y otras actividades.
5.- Secretismo y represión
Estos dos factores fueron clave para mantenerse más tiempo que ningún dictador en Latinoamérica y como pocos en el mundo. El secretismo y falta de información facilitaron que gran parte de la población permaneciera leal.
La represión fue muy fuerte y, en parte, ello explica la gran cantidad de inmigrantes que huyeron de la isla en busca de algún grado de libertad en el extranjero, particularmente EE. UU.
Para el control de la población se creó una policía secreta muy fuerte, la que tenía infiltrados en casi todas las cuadras o manzanas de las ciudades para enterarse del sentir, pensar y actuar de las personas.