Al crack uruguayo le han dicho que tiene que descansar un mes, pero sus planes son otros.
Luis Suárez no pudo terminar en el campo la final de la Copa del Rey en la que el Barça obtuvo la victoria anoche ante el Sevilla en la prórroga. El delantero uruguayo se fue llorando del campo porque sabía que esta inoportuna lesión ponía en peligro su presencia en la Copa América con Uruguay.
En el mismo vestuario del Vicente Calderón los médicos del FC Barcelona le realizaron una rápida exploración y el diagnóstico llegó de forma inmediata: rotura en el bíceps femoral de su pierna derecha. Una lesión que exige un mes de descanso antes de volver a la actividad, lo que compromete seriamente su participación en el torneo americano, al menos en los primeros partidos, dado que la competición se inicia dentro de dos semanas.
De cualquier forma, Suárez no se rinde y ya ha anunciado a su círculo íntimo su intención de acudir a la concentración de la selección uruguaya para realizar allí su recuperación en un intento desesperado por acortar los plazos y poderle ser de utilidad a su selección. Uruguay debeuta contra México el 6 de junio. Luego se enfrenta a Venezuela el 10 de junio y cierra la fase de grupos ante Jamaica el 14 de junio. La intención de Luis Suárez es estar recuperado a partir de entonces, de cara a los partidos decisivos de la competición.
Suárez intentó festejar la conquista de la Copa sobre el césped del Calderón en compañía de sus hijos, pero el doctor Ricard Pruna le recomendó prudencia y apenas se paseó por el campo para evitar males mayores.