El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha informado este viernes de que se ha entregado en la Franja de Gaza los primeros suministros de ayuda humanitaria tras el alto el fuego alcanzado después de once días de enfrentamientos entre Hamás e Israel.
Según ha indicado UNICEF en un comunicado, 18 contenedores de asistencia con suministros humanitarios con botiquines de primeros auxilios, medicamentos y 10,000 dosis de la vacuna contra la COVID-19 del laboratorio Sinopharm han accedido a Gaza a través del paso de Kerem Shalom.
Asimismo, el organismo ha recordado que desde que entró el vigor el alto el fuego, junto con otras organizaciones y aliados, se ha distribuido materiales para el suministro de agua y combustible con el objetivo de cubrir las necesidades de 72,000 personas.
La representante especial de UNICEF, Lucia Elmi, ha agradecido el fin del enfrentamiento por la gran cantidad de víctimas en la Franja de Gaza entre los que se encuentran 50,000 niños que han tenido que huir de sus hogares por la violencia.
«El alto el fuego permitirá a las familias tener un respiro muy necesario así como el acceso de personal y asistencia humanitaria muy necesarios a la Franja de Gaza», ha añadido.
Expertos de la ONU piden investigación
Un grupo de expertos en Derechos Humanos de Naciones Unidas ha pedido este viernes al Tribunal Penal Internacional (TPI) que investigue los ataques contra la población civil y otras graves violaciones de los Derechos Humanos en el conflicto entre palestinos e israelíes.
Para estos expertos, los «desalojos forzosos» de familias palestinas que vivían en Sheij Jarrá y Silwan fueron el desencadenante del intercambio de bombardeos entre Hamás e Israel que se ha saldado con al menos 222 muertos, entre ellos 63 niños, en la Franja de Gaza frente a doce personas en Israel.
A los fallecidos habría que sumarle más de 450 edificios completamente destruidos o dañados en la Franja de Gaza, entre ellos seis hospitales, nueve centros sanitarios y una planta desalinizadora de agua, según indica la ONU.
«Los bombardeos indiscriminados o deliberados contra civiles y edificios que albergan a civiles, organizaciones de medios de comunicación y campos de refugiados en Gaza e Israel son crímenes de guerra que, a primera vista, no están justificados por los requisitos de proporcionalidad y necesidad del derecho internacional», han declarado estos expertos, a lo que han añadido que «todas las partes que participan en estos ataques deben asumir la responsabilidad individual y estatal que corresponda».
Asimismo, han instado a que las partes «se comprometan a un proceso de negociación creíble que tenga como objetivo una paz duradera» y que garanticen la ayuda humanitaria inmediata.
Una guerra inmimente
Por otro lado, el director de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA), Matthias Schmale, ha advertido este viernes que si no se solucionan «las causas subyacentes» del conflicto entre israelíes y palestinos, habrá de nuevo una guerra.
«Después de estar aquí dos años y medio, estoy convencido de que estaremos de nuevo en guerra si no se abordan las causas subyacentes; y desde la perspectiva de Gaza eso significa dar a la gente y especialmente a los jóvenes una esperanza de vida digna», ha dicho.
En este sentido, ha manifestado que no se ha vuelto a una situación de normalidad en la Franja de Gaza a pesar del alto el fuego. «Volver a la normalidad significa que tenemos que vigilar con mucho cuidado por dónde vamos», ha compartido ya que hay «bombas completamente enterradas y sin explotar».
Por último, para Schmale, la violencia vivida en los últimos días fue «peor en intensidad» que la que ya vivió esta zona durante el año 2014.