Lima acogerá la final única de la Copa Libertadores de América 2019 entre River Plate y Flamengo en lugar de Santiago, anunció este martes la Conmebol, mientras continúa la crisis social en Chile que deja hasta ahora 20 muertos.
«Nuevas circunstancias de fuerza mayor y orden público, analizadas y evaluadas con prudencia, considerando la seguridad de los jugadores, del público y de las delegaciones, motivaron la decisión de llevar la final de la Copa CONMEBOL Libertadores 2019 a Lima, Perú, y mantener la fecha del 23 de noviembre», destacó la matriz del fútbol sudamericano en un comunicado.
El estadio Monumental, propiedad del club Universitario de Deportes con capacidad para unos 80.000 espectadores, será el escenario de la final, la primera en partido único en los 60 años de historia del máximo torneo de clubes de la Conmebol, confirmó la entidad en su cuenta en Twitter.
Lima, de 8,5 millones de habitantes, albergó con éxito los Juegos Panamericanos 2019, en agosto pasado.
El presidente de Perú, Martín Vizcarra, agradeció a la Conmebol la confianza depositada en su país para acoger la final y en su cuenta en Twitter indicó que «(…) Nuevamente el Perú en el centro del deporte del continente».
La opción más viable
«Lima era la opción más viable», dijo luego en rueda de prensa el presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez. «Consenso hubo, rápido no fue. Venimos trabajando sobre una ciudad hace más de un año, tuvimos que buscar la opción más viable», añadió.
La capital peruana había sido designada para la final única, también por primera vez en la historia, de la Copa Sudamericana 2019 pero en mayo pasado «por cuestiones organizativas» pasó a Asunción, donde este sábado se medirán Colón de Argentina e Independiente del Valle de Ecuador.
Tras una extensa reunión en Asunción, la decisión este martes de la Conmebol, en conjunto con los presidentes de los clubes finalistas, el campeón defensor, el argentino River Plate, y el brasileño Flamengo, y de las asociaciones de Argentina, Brasil y Chile, se tomó a raíz de la inusitada crisis social que tiene en jaque al gobierno del presidente Sebastián Piñera desde hace dos semanas.
Agustín Lozano, presidente de la Federación Peruana, dijo que «vamos a responder con nuestro mejor trabajo organizativo».
«Considero que vamos a llegar bien (para el sábado 23 de noviembre). Perú tiene mucha capacidad hotelera. Tenemos un equipo técnico muy capacitado. Hemos organizado mundiales, Copa América (2004). El estadio Monumental reúne todas las condiciones para albergar esta final», señaló.
El presdiente de River, Rodolfo D’Onofrio, anotó, por su parte, que «es una pena no jugar en Santiago, (pero) es parte de la realidad. Bienvenida Lima (…) Será una gran fiesta».
Su homólogo de Flamengo, Rodolfo Landim, indicó que el cambio de la sede era «una cuestión humanitaria» y que se buscó «el bienestar» de los aficionados.
«Lo más importante y la mayor preocupación que tuvimos todo el tiempo durante este proceso fue la cuestión de las personas, la cuestión humanitaria. De qué forma las personas podrían circular con seguridad, porque es una responsabilidad muy grande llevar tantas personas a la ciudad», dijo Landim.
Finales accidentadas
Esta es la segunda ocasión consecutiva que la Conmebol debe cambiar el escenario de una final de la Libertadores, tras la decisión de este martes en Asunción.
En 2018, la final se mudó a Madrid debido a severos incidentes que se registraron el 24 de noviembre cerca del estadio Monumental de River en Buenos Aires para el partido de vuelta, tras un empate 2-2 en la Bombonera con su archirrival Boca. River derrotó a Boca 3-1 en el estadio Santiago Bernabéu y logró su cuarto título de Libertadores.
También, por el inusitado estallido social que afecta a Chile desde hace casi dos semanas, el gobierno suspendió el Foro de Cooperación Asia Pacífico (APEC) y la del clima COP-25, dos grandes eventos internacionales que estaban previstos a realizarse entre noviembre y diciembre.