La jueza Silvia de León del Juzgado Sexto Penal decidió ligar a proceso y enviar a prisión preventiva a Gustavo Alejos por delitos de asociación ilícita, trafico de influencias y cohecho activo.
Después de pasar la noche en la carceleta de Torre de Tribunales, hoy se reanudo la audiencia de primera declaración de Gustavo Alejos Cámbara, exsecretario privado del expresidente Álvaro Colom, por supuestos actos de corrupción en el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS).
La decisión la tomó la juzgadora por los señalamientos presentados por el Ministerio Público. Por su parte la defensa solicitó que no fuera enviado a prisión preventiva y que si esa fuera la decisión se considerará la cárcel del cuartel militar Mariscal Zavala.
La magistrada otorga al Ministerio Público tres meses para la respectiva investigación; por lo que programa para el 12 de abril de 2016 la siguiente audiencia de apertura a juicio.
Sin embargo, la juzgadora indicó que será decisión del Sistema Penitenciario donde estará recluido Alejos, ya que está institución determinará la disposición de espacio entre otras garantías.
Desde ayer lunes Alejos se defendió subrayando su inocencia durante la audiencia de primera declaración ante el juzgado Sexto Penal, tras entregarse sorpresivamente en horas de la mañana.
El empresario, por quien se ofrecía una recompensa de 100 mil quetzales, aseguró que su único pecado fue bajar los precios de los medicamentos que su compañía comercializa.
«Yo no soy un operador, sino un gerente de mis empresas», enfatizó Alejos quien permaneció prófugo de la Justicia durante dos meses, tras señalamientos del Ministerio Público (MP-Fiscalía) y la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) de ser uno de los operadores principales de la red de corrupción denominada «Negociantes de la Salud».
Por el mismo caso, ya fueron enviados a prisión preventiva 11 personas y que presuntamente favorecía a determinados proveedores de medicinas a cambio de comisiones monetarias.
De acuerdo con los fiscales del caso que para imputarlo presentaron 56 escuchas telefónicas, Alejos, hermano del diputado Roberto Alejos, se «aprovechaba» de la posición privilegiada de algunos funcionarios dentro del seguro social e incluso «realizaba gestiones» para que los médicos recetaran «un mismo medicamento».
Alejos es señalado de los delitos de asociación ilícita, tráfico de influencias y cohecho activo por la Fiscalía Especial del MP, que con base en las pruebas presentadas -escuchas, documentos e informes contables- estableció la supuesta participación del empresario en este caso.
En las escuchas telefónicas se pone de manifiesto la relación entre Alejos con directores del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS), así como su vinculación con varias empresas proveedoras del mismo.
En su declaración el exsecretario presidencial insistió en repetidas ocasiones en que no tiene ningún vínculo con ningún directivo, por lo que no existe el delito de tráfico de influencias, y que algunas de las pruebas son «suposiciones» o conjeturas, no hechos.
«Yo no sé si es o no un pecado, licenciada, vender más barato», apuntó el empresario, quien se mostró indignado porque las autoridades lo hayan puesto como «cabecilla de la trama».