Entrevista con Jorge Wong, politólogo y catedrático universitario de relaciones internacionales.
El Congreso de la República, afirma Wong, se ha convertido solo en un medio para enriquecerse, salvo excepciones, para los diputados. Si todo sigue igual, agrega, más temprano que tarde la población empezará a demandar una depuración.
Rodrigo Pérez /rperez@cronica.com.gt
No importa lo trascendental
El Congreso se ha convertido, a causa de los políticos, en un botín electoral que se dividen al estar en el poder, se busca ocupar comisiones de trabajo para hacer negocios. Y el trabajo es inexistente o casi nulo, cambiaron, por ejemplo, el nombre del estadio Mateo Flores, pero no se atiende lo que es de urgencia nacional. Hay un desconocimiento de la realidad, esos sueldos, esas prebendas los alejan bastante de la realidad. Eso afecta al Legislativo, por eso se empantanan temas importantes y se legisla sobre cosas irrelevantes. No se aprueban leyes en temas de seguridad, no hay un liderazgo del Congreso, eso le genera un desgaste a futuro, la credibilidad está por los suelos y no hacen nada por levantarla. Entre los temas urgentes, a los cuales no les prestan importancia, están; por ejemplo, la Ley de Aguas, leyes de seguridad, leyes de transparencia y eficacia en el Gobierno.
Rechazo a canal de televisión
Antes de pensar en poner a funcionar el canal de televisión, el Congreso debería de ordenar la casa, fiscalizar el tema de las plazas fantasmas y remover al personal innecesario, por ejemplo. Poner a funcionar el canal requiere una inversión enorme, y ¿para favorecer a quién?: se van a personalizar o a distribuir equitativamente por bancada las transmisiones. Ese va a ser otro pleito más, porque será un medio de propaganda para los partidos políticos, el cual se incrementará en época electoral. El medio de comunicación puede fortalecer a los partidos ya existentes, en detrimento de los más pequeños, porque el tiempo de ese canal va a ser, seguramente, para los partidos más grandes. Hay que tener mucho cuidado y preguntarse si eso es necesario o si hay otras cuestiones más importantes, que creo que sí las hay, y son muchas. Es un despilfarro, puesto que no tiene ninguna utilidad.
Depuración del Congreso
Se va a llegar a un punto en el cual el clamor popular va a ser la depuración del Congreso. Ninguno de los tres poderes del Estado está dando respuesta a las demandas de la población. Y la población ya se cansó. Tarde o temprano van a reventar los focos de malestar y la consigna va a ser que renuncien, hacia eso vamos. Si todo sigue como está, es cuestión de tiempo. La mejor forma de corregir el rumbo es pidiendo la renuncia de los diputados del Legislativo, pero no solo eso, porque si no va subir la gente que está detrás y que es más de lo mismo. Debería hacerse un pacto nacional que siente las bases para, primero, reformar el sistema. El Tribunal Supremo Electoral acaba de expresar su rechazo a las propuestas de reformas electorales; entonces, primero hay que poner en orden la casa y luego depurar con las nuevas leyes.