De las 79,542 compañías registradas en el Directorio Nacional de Empresas y sus Locales (Dinel), 30,185 o el 38 por ciento, se ubican fuera del departamento de Guatemala, lo que confirma la confianza de sus propietarios en el crecimiento de las economías locales.
Estuardo Gasparico M.
egasparico@cronica.com.gt
Corría el año 1997 y la familia Font, de Retalhuleu, se dedicaba a maquilar diversos productos para algunas firmas multinacionales. En el 2000, el hijo mayor, Enrique, comenzó a importar huevo fértil para incubarlo y, posteriormente, vender pollitos de un día a compañías especializadas en el engorde y destace de aves.
Hoy, su empresa Cixsa lleva a cabo toda la cadena productiva de una avícola, lo que incluye la fabricación de concentrado para varios animales, incubación de huevos, crianza, engorde y destace de gallos y gallinas para vender las piezas a cadenas de restaurantes, así como a conocidas distribuidoras de pollo por libra.
Incursionar en este negocio significó romper paradigmas y enfrentarnos a una férrea competencia. Lo bueno es que en Retalhuleu encontramos un nicho de mercado que estaba desatendido y poco a poco nos hemos ido extendiendo hasta la frontera con México. Mientras tanto, nos estamos diversificando hacia otros productos pecuarios como la carne de cerdo, embutidos y lácteos, explicó.
Entre los retos que debe enfrentar a diario, Font identificó la casi nula especialización del elemento humano, por lo que ha tenido que capacitar a la mayoría de sus 500 empleados en el proceso industrial de todos sus productos; también mencionó la menor capacidad de compra de la gente en los departamentos.
Sin embargo, destacó que las ventajas son más, pues en el área rural existen nichos interesantes que muy pocos explotan.
Lo que nosotros hemos hecho es buscar oportunidades y el motor que nos impulsa no es necesariamente el dinero, sino la posibilidad de hacer negocios y generar empleo. Por lo tanto, a la gente que le cuesta emprender, le digo que lo haga sin miedo, pues el que persevera alcanza, puntualizó.
De todos los tamaños
Ejemplos como este hay miles en todo el país, como es el caso de Cantel, fábrica de hilos y telas fundada hace más de 100 años en el municipio del mismo nombre, en Quetzaltenango.
Cantel se estableció en una zona con mano de obra poseedora de un conocimiento milenario en tejidos e hilados, y desde entonces estamos presentes en los hogares guatemaltecos ofreciendo productos de alta calidad, uniendo tradición y simpleza para complementar perfectamente el estilo de vida moderno, indica el portal de la compañía.
En el ámbito de la construcción se halla Cementos Progreso, que inició operaciones en 1899, tiempo durante el cual, se ha convertido en una de ls empresas más grandes de Centroamérica en la producción y comercialización de cemento, concreto, cal y otros productos.
Si bien sus oficinas centrales y la primera planta de producción están en la capital (La Pedrera) su planta más grande (San Miguel) está en Sanarate, El Progreso, desde 1974, y entre las dos producen al año dos millones de toneladas métricas de clinker, 3.1 millones de toneladas de cemento, 657 mil toneladas de cal y 335 mil toneladas de predosificados, a lo que se agregarán 2.2 millones de toneladas de cemento cuando comience a producir la planta San Gabriel, actualmente en construcción en San Juan Sacatepéquez.
Entre las firmas de antaño, pero todavía presentes, no puede faltar el Grupo Cobán, que a mediados del siglo pasado comenzó como una tenería en San Cristóbal Verapaz, Alta Verapaz, y con el paso del tiempo se logró convertir en una prestigiosa zapatería especializada en calzado de trabajo.
En 1974 inició sus exportaciones hacia EE. UU., en el 2000 inició la relación comercial con México; y en 2006 estableció relaciones comerciales con Europa.
Otro nicho de mercado de esta corporación es el inmobiliario, cuya principal exponente es la Plaza Magdalena, un moderno centro comercial inaugurado en el 2003 en la ciudad de Cobán, la que se ha convertido en punto de encuentro por excelencia, con sus más de 55 mil metros cuadrados de terreno, de los cuales 16 mil 500 son de construcción, 15 mil 500 de parqueo y el resto de área verde.
De Perú a Guatemala
Esfuerzo, perseverancia y sueños cumplidos es lo que me viene a la mente al pensar en el año 2015. Es nuestro décimo aniversario y aunque se dice fácil, todos nosotros sabemos que no lo ha sido. Juntos hemos estado en momentos difíciles y de éxito, pero trabajando lado a lado hemos visto como la empresa va creciendo y con ella, nuestra vida profesional.
Así se expresó Luis Carrasco, gerente de país de Ajemaya, fábrica de bebidas gaseosas, jugos de frutas y otros, que es subsidiria en Guatemala de la compañía AJE Internacional, fundada en 1983 en Lima, Perú.
El primer producto que Ajemaya lanzó al mercado nacional fue Big Cola, seguido de Pulp, Cielo, Volt, Cifrut y Cool Tea, destacando que todos los productos, incluyendo empaques, tapas, etiquetas y, por supuesto, las bebidas, se trabajan en su planta ubicada en Amatitlán, generando más de 2 mil 500 empleos directos e indirectos.
Pero la lucha no acaba aquí, soñemos en grande, y llevemos nuestras bebidas a todos y cada uno de los guatemaltecos. Es una cuesta alta la que aún nos hace falta y día a día a veces nos resulta difícil, pero creo que comparten conmigo el sentimiento de ver hacia atrás y ver que cumplimos la meta. Todos sabemos que lo que vale la pena lleva tiempo, hay que ser pacientes y no desfallecer, cada uno con sus responsabilidades, pues paso a paso hemos llegado lejos y llegaremos aún más alto. Yo estoy seguro que si nos lo proponemos, lo lograremos, concluye Carrasco, dirigiéndose a sus empleados.