Las finanzas del FC Barcelona son de pesadilla, ¿Podrá sanearlas pronto?

  • El FC Barcelona sigue inmerso en una profunda crisis económica estructural, con una deuda neta que supera los 2,000 millones de euros, gran parte vinculada al macroproyecto Espai Barça, que incluye la renovación del Camp Nou y otras infraestructuras.

A pesar de haber ganado la anterior Liga y llegar a las semifinales de la Champions League de Europa, el equipo catalán sigue sin poder fichar a una mega estrella luego de la fallida contratación del delantero Nico Williams, a eso se suma los problemas para realizar la gira planificada en Japón en donde el equipo sumaría unos 15 millones de euros a sus arcas.

Aunque las «palancas económicas» (venta de derechos de TV y participaciones) inyectaron liquidez —875 millones entre 2022 y 2023—, el patrimonio neto sigue negativo y los ingresos operativos aún no recuperan niveles prepandemia.

Barsa es el actual campeón de Liga y busca salir cuanto antes de su crisis económica.

Barcelona ha refinanciado parte de esa deuda: emitió 424 millones en bonos para aplazar pagos hasta 2033–2050, con un interés medio del 5,19 % anual.

Sin embargo, sigue enfrentando restricciones severas del fair play financiero, especialmente tras la nulidad de ingresos por venta de palcos VIP reconocidos inicialmente, lo que redujo drásticamente su margen salarial según LaLiga.

La UEFA además lo sancionó con 15 millones de euros por irregularidades contables, condicional a la estabilidad financiera en 2025‑26 y 2026‑27.

Esto afecta directamente su política de fichajes: solo pueden invertir lo que ingresan por ventas o reducciones salariales (regla 1:1), imposibilitando grandes incorporaciones. Fichajes prioritarios como Luis Díaz o Nico Williams han quedado bloqueados o aplazados por la falta de margen financiero.

La solución pasa por vender jugadores como Ansu Fati, Araújo o Gavi, y renegociar fichas altas. Mientras tanto apostaron por cesiones (Dani Olmo, Pau Víctor) y fichajes económicos limitados (€27,5 M totales en verano).

Para la temporada 2025‑26, el club confía en que la validación contable del ingreso por VIP (esperada a finales de julio/principios de agosto) le permita volver a operar con margen 1:1 y volver a fichar con libertad.

No obstante, la necesidad de equilibrar cuentas sin perder competitividad deportiva condiciona cada movimiento, y la ambición futbolística queda supeditada a la urgencia económica.