Las extensiones para Chrome deberán detallar a partir del próximo año los datos que recopilan de los usuarios, una medida que se acompañará con límites en el uso que los desarrolladores pueden hacer con dichos datos.
Google ha actualizado sus políticas de privacidad en relación a las extensiones de desarrolladores para el navegador Chrome, que entrarán en vigor en enero de 2021, como ha informado en su blog de Chromium.
Por esta actualización, los desarrolladores deberán detallar el tipo de datos que recopilan sus extensiones, que se mostrará en la Web Store de Chrome a partir del 18 de enero.
Esta información se acompañar a de una certificación que indicará que el desarrollador cumple con las nuevas políticas.
Asimismo, la compañía ha amplia sus políticas de privacidad para especificar los límites a la recogida de datos. Con ello buscan asegurar que el uso o transferencia de los datos se hace «para el beneficio principal del usuario y de acuerdo con el propósito declarado de la extensión».
En concreto, informan en el blog, no se permite la venta de los datos, ni su cesión para anuncios personalizados, y tampoco para que se usen en rankings crediticios.