(Dícese con susto de aquellas cosas que no se quieren enseñar, que se esconden, pero que terminan saliendo a luz…)
Por Crispino Picón Rojas
Cuando salió a toda prisa de la presidencia de la República, Jimmy Morales no sabía que más temprano que tarde le sacarían sus trapitos shucos al sol, y que quedaría claro que todo lo que sus detractores han dicho sobre lo mediocre de su gestión quedaría plenamente confirmado.
Ahora que ha vuelto a ser el pinche Neto de sus comedias –Soy Neto, no soy bonito pero soy coqueto, suele decir–, se da cuenta que no ha podido esconder adecuadamente bajo la alfombra muchas de sus porquerías. Algunas se las destaparon siendo gobernante, pero desde el 14 de enero pasado, brincan por todos lados y de muchos ministerios. Lo que tiene preocupado al exNo. 1 es que después de tanto destape de clavos, pase lo que anunciaba siempre Raúl Velasco –que en paz descanse–, en su popular programa de TV, Siempre en Domingo: ¡Aún hay más!
El primero de muchos trapitos que le sacaron al sol siendo presi, fue el del famoso bono de riesgo, que le recetaron los chafas para subir su sueldo de manera ilegal, nada menos que en Q50 mil mensuales. Pero poco le duró la alegría, porque cuando llevaba recibidos como seis cheques, se enteró la prensa por medio de Nómada, y su cajonazo a las arcas del Ejército se le vino abajo. Ya ahí se le habían visto las uñas largas. Esa vez sí que lo agarraron con las manos en la masa…
Pero en esta ola de trapos shucos que le están descubriendo, hay de todo. Desde nombramientos diplomáticos apresurados antes de salir de la Casa Presidencial, para familiares y amigotes –y familiares de los amigotes–, hasta esos Q4.7 millones que fueron a parar entre chafas y cuates, a los que les regaló –por medio de Fonagro– esa cantidad para que montaran su propia empresa camaronera, escondida bajo la fachada de cooperativa.
Pero esa manita para sus amigos no fue más que una repetición de lo que hizo con Tabacos de Zacapa, S.A. una empresa de la que el chispudo de Neto es socio y cuyos puros, el mandatario regalaba en Casa Presidencial con mucho orgullo. El igual que se hiciera con la camaronera, Fonagro le dio fondos a la Asociación de Agrícola de Estanzuela Zacapa (Agroestanzac), la cual ¡Oh sorpresa!, es la proveedora del tabaco para la empresa del exNo.1. Encontró la forma de financiar empresas particulares –propias y de amigos–, con fondos del Estado. Nada mal para aquel que se decía ¡Ni corrupto, ni ladrón!
Pero además, dicen las lenguas viperinas que Jaimito y su señora esposa cargaron con un montón de cosas de la Casa Presidencial, desde cuadros, adornos de decoración, hasta sábanas y toallas. Para él la cosa es transparente. — A mí me dijeron cuando llegué, que todo era mío. Luego, cuando compraba mis cositas (con dinero que pagaba la SAAS), como anteojitos, juegos de cama, una que otra pieza de arte y demás, me repetían que era de mi propiedad. Pues se lo creyó. Por eso le dejó a Alejandro Giammattei solamente un rollo de papel higiénico tipo residencial, por aquello que se pusiera mal del estómago al ver como se habían clavado todo.
Por cierto, dicen que se puso para cachimbazos el nuevo presidente. Tanto, que lo denunció públicamente, pero la cólera –esa que es pura ira– se le pasó rápido, porque los hábiles compradores de la SAAS repusieron todo en menos de lo que canta un gallo y ni siquiera se le informó al MP del levantamiento de todos los objetos –teles, compus, vajillas, cubiertos, etc., etc., etc., etc….
Los que pensaron que el nuevo gobierno haría investigación y sacaría a relucir los trapos shucos al sol, pues se equivocaron. Algunas bravuconadas tuvo el nuevo presidente, pero en el fondo, mucho ruido y pocas nueces, como el título de la comedia de William Shakespeare.
Además de los contratos en embajadas y consulados, también se recetaron un gran número de plazas en el ministerio de Agricultura (Maga), que disparó 3.600 plazas en el mes de enero –antes de salir–, todas ellas bajo el reglón 029. ¡Ah!, antes de que se me olvide, también se descubrió que gran cantidad de ayuda de fondos sociales se entregaba sin ningún control.
Y para cerrar con broche de oro, uno de sus exministros de Gobernación, Francisco Rivas, declaró a la prensa que en el ocaso de su gobierno, el vivaz Jaimito abrió las puertas al narco para la producción de droga.
Y la última que me ha llegado: no se descarta que el nuevo presi, le vayan a sacar pronto trapos shucos. Mis fuentes dicen que tiene que ver con algo en el famoso Centro de Gobierno, que es más o menos lo mismo que la carabina de Ambrosio.