El laboratorio francés bioMérieux anunció el martes que obtuvo el derecho de comercializar en Estados Unidos una nueva prueba rápida del COVID-19, mientras dure la crisis sanitaria.
Este nuevo test rápido, bautizado Biofire Covid-19, detecta el COVID-19 en 45 minutos «a partir de un hisopo nasofaríngeo» que es muy fácil de usar, indicó el grupo en un comunicado.
La prueba fue desarrollada con el apoyo del Departamento de Defensa de Estados Unidos (DoD), que será el primer destinatario.
Posteriormente estará disponible en el mercado estadounidense y después en otros países «cuando las autoridades reguladoras [lo permitan]».
BioMérieux subrayó que esta autorización de comercialización en Estados Unidos es temporal y que fue concedida en virtud de un procedimiento de emergencia.
El grupo francés señaló que está aumentando su capacidad de producción en la zona de Salt Lake City (Utah, oeste de Estados Unidos), a fin de alcanzar la capacidad de producción «máxima» para este ensayo «en unas pocas semanas».
Esta es la segunda prueba del COVID-19 desarrollada por bioMérieux. La primera, una «en tiempo real», el Cov-2 R-Gene SARS, fue validada en Francia por el Centro Nacional de Referencia para los Virus de Infecciones Respiratorias, que elogió su «excelente rendimiento».
Esta prueba debería obtener «rápidamente» la marca CE, lo que permitiría su comercialización en la Unión Europea.