A un día de la llegada a España del líder opositor venezolano Juan Guaidó, el gobierno español se encuentra en aprietos por la decisión de Pedro Sánchez de no recibirlo en persona, pese a reconocerlo desde hace un año como presidente encargado del país.
El ambiente se enrareció cuando uno de los ministros más cercanos reconoció haber visto esta semana en el aeropuerto de Madrid a la número dos del gobierno venezolano de Nicolás Maduro, Delcy Rodríguez, que tiene prohibido viajar a la Unión Europea.
La oposición conservadora, cercana a los movimientos antichavistas en Venezuela, arremetió contra el ejecutivo, pidiendo la comparecencia de dos ministros y exigiendo a Sánchez reunirse con Guaidó.
En el gobierno desde 2018, el socialista fue de los primeros mandatarios europeos en reconocer a Guaidó como presidente encargado a principios de febrero de 2019, tras haber expirado el ultimátum que había lanzado a Maduro para convocar elecciones.
Sin embargo, en plena gira europea del líder opositor y presidente del Parlamento, el ejecutivo socialista delegó la tarea de recibirlo en la ministra de Exteriores, Arancha González, una decisión que fue mal recibida por el entorno de Guaidó y que dejó en el aire la visita.
El jueves, finalmente, Guaidó confirmó su presencia el sábado en Madrid, donde se verá con el líder del conservador Partido Popular, Pablo Casado, y celebrará un mitin en la céntrica plaza de la Puerta del Sol con venezolanos residentes en la capital española.
Arancha González señaló que se reunirá con Guaidó a las 16H00 (15H00 GMT) «en nombre de un Gobierno que le reconoce como presidente encargado de Venezuela».
Por su parte, Sánchez estará fuera de Madrid, visitando zonas afectadas por la tormenta Gloria, que causó una docena de muertos en el país.
El viernes por la noche, durante un acto con emigrantes venezolanos en París, Guaidó destacó que tiene «las mejores relaciones con España», un país «aliado de la democracia, de la libertad». «Espero y estoy seguro de que se va a mantener de esa manera», apuntó el líder opositor venezolano.
España busca una «posible mediación»
En su ruta por Londres, Bruselas y Davos, el venezolano se reunió con el primer ministro británico Boris Johnson y el canciller austríaco Sebastian Kurz.
Guaidó se reunió el viernes a puerta cerrada en París con el presidente francés, Emmanuel Macron.
«Lo que intenta España es no cerrarse las vías a una posible mediación» entre ambas partes en Venezuela, señaló la investigadora para América Latina del centro de estudios CIDOB, Ana Ayuso, señalando que esta «posición intermedia puede dar lugar a paradojas».
Según ella, cuando se reconoció a Guaidó se estimó que «los cabos estaban atados y el régimen iba a caer». «Se ha visto que eso no ha funcionado y ahora hay que redibujar la estrategia», añadió.
Este giro no sentó bien en el jefe de filas conservador, Pablo Casado, quien aseguró que «Sánchez debe recibir a Guaidó en su gira internacional».
Casado vinculó la decisión a la entrada al gobierno del partido de izquierda radical Podemos, que en el pasado mostró su simpatía y tuvo relaciones con el chavismo.
Su líder y vicepresidente segundo del ejecutivo Pablo Iglesias se refirió a Guaidó como «dirigente muy importante de la oposición», mientras que la ministra de Exteriores reafirmaba este viernes el reconocimiento expresado en 2019.
Encuentro con Delcy Rodríguez
A esta polémica se le sumó la generada por la supuesta reunión secreta del ministro de Fomento, José Luis Ábalos, con la vicepresidenta venezolana Delcy Rodríguez.
El diario digital Vozpopuli afirmó que ambos se vieron el lunes de madrugada durante una hora y media en el aeropuerto, en una escala técnica del avión que transportaba a Rodríguez hacia Turquía.
«Si esto es así, sería un auténtico escándalo porque supondría un ataque a la legislación de la Unión Europea», dijo el portavoz parlamentario del PP, José Ignacio Echániz, que reclamó la comparecencia en el Congreso de Ábalos y la ministra de Exteriores.
El ministerio de Fomento no respondió a las solicitudes de información de la AFP. Ábalos explicó al diario El País que fue a recibir al ministro de Turismo venezolano, Félix Plasencia, que viajaba en el mismo avión, y se encontró allí a Rodríguez.
Rodríguez forma parte de un grupo de 25 altos cargos venezolanos a quienes la Unión Europea impuso en 2018 la congelación de sus activos y la prohibición de viajar al espacio comunitario.
En este sentido, la portavoz de la diplomacia europea, Virginie Battu, recordó en rueda de prensa que esperan que «todos los estados miembros cumplan las sanciones que han acordado».