De enero a julio, las muertes violentas se redujeron 3 por ciento en comparación con el mismo período del 2015. Expertos califican de leve la disminución. En siete meses las muertes provocadas con mano criminal muestran una reducción del 3 por ciento, pero ha repuntado en un 63.1 por ciento la saña y crueldad con que son cometidos estos delitos. Hace falta, dicen expertos, apostarle más a la prevención.
El luto y el dolor, provocado por la violencia que azota al país, continúa. En los primeros siete meses del nuevo Gobierno, las muertes violentas se han reducido escasamente.
Entre enero y julio del 2016 se registraron 3 mil 226 asesinatos, evidenciando una reducción de 101 en comparación con el mismo período del año pasado y que equivale al 3 por ciento.
Así lo muestran las estadísticas del Instituto Nacional de Ciencias Forenses de Guatemala (Inacif) y que incluyen defunciones por arma de fuego, arma blanca, asfixia por suspensión, estrangulación, asfixia por sofocación y sumersión, decapitaciones y desmembramientos.
La cantidad de hombres que en dicho período perdieron la vida a manos de criminales, muestran una baja de 82 —2.8 por ciento— y la disminución más significativa se muestra en las femicidios con una reducción de 22 —4.8 por ciento—.
Lo que sí se ha disparado es la extrema violencia, desprecio por la vida y sangre fría con que se ejecuta a las personas. De tal cuenta que, según las cifras del Inacif, las decapitaciones y desmembramientos de cuerpos pasaron de 19 a 31, mostrando un alza de 12 y que equivale al 63.1 por ciento. Enero, con 8 casos, mayo, con 6 y marzo, con 5 son, en su orden, los meses con mayores casos de desmembramientos corporales. La suma de estos hechos en los tres meses previamente citados, equivale a lo ocurrido entre enero y julio del 2015.
Baja insignificante
Expertos en temas de seguridad consideran que el descenso de las muertes violentas registrado en los siete meses es leve y que hay otros delitos, como los que atentan contra el patrimonio de los guatemaltecos, que están aumentando.
Mario Polanco, del Grupo de Apoyo Mutuo (GAM), afirma: La cantidad de delitos contra la vida ha registrado un descenso leve. En donde ha habido un aumento, y también hay que tomarlo en consideración, es en cuanto a los delitos contra el patrimonio, todo lo relacionado con el tema de robos de materiales, vehículos, inclusive hay heridos o muertos en relación con estos delitos.
Luego agrega que en este aspecto ha habido un aumento significativo desde el 2013, por lo cual hay que exigirles a las autoridades poner atención a los crímenes contra el patrimonio.
En tanto que Francisco Quezada, analista en temas de seguridad del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN), considera que somos un país de pocos estudios en el tema; entonces, cualquier cosa puede pasar, no se puede prever, ni tampoco argumentar eficientemente un descenso o un aumento en el tema de violencia.
Sin política integral
El Estado, coinciden expertos, también carece de políticas integrales para combatir la delincuencia, y ello hace que la reducción de los índices de inseguridad sea mesurada.
Fernando Girón, experto en temas de seguridad, señala: Los índices de violencia tienden a aumentar, en la medida en que hay un Estado que carece de políticas públicas claras; sobre todo, en los temas que son complementarios, como lo son la salud, educación.
Sumado a ello, dice el entrevistado, existe una ausencia de políticas del Estado a nivel nacional y hace falta actualmente una dirección política desde el Ejecutivo. Es por ello que los escasos logros en el combate a la criminalidad no son una responsabilidad exclusiva del Ministerio de Gobernación, a pesar de que tiene la responsabilidad institucional del control de la violencia.
Se han descuidado muchísimo las pocas estructuras que tenían de seguridad preventiva, principalmente en los barrios y en las zonas rojas que también pueden tener incidencias en cuanto al aumento de muertes violentas, sentenció Girón.
Ello es compartido por Quezada, del CIEN. El tema de prevención del delito es el que en Guatemala está menos desarrollado, tenemos avances en el tema de represión del delito, porque hay progreso por parte de la investigación y del Ministerio Público. Tenemos mejor acusación y métodos científicos de investigación. En resumidas cuentas, lo que hemos avanzado es en lo que ocurre después de cometido el delito; sin embargo, lo que no hemos trabajado es cómo prevenir que ocurra el delito.
Enfatiza que hace falta trabajar más en la manera de apartar a los niños y jóvenes de las pandillas y crear conciencia para las maras no sean una opción de vida.
Al referirse al descenso de los feminicidios, Girón comentó: Temas como la violencia contra la mujer son perdurables en la conciencia colectiva y se manifiesta en épocas de crisis. Yo creo que si baja uno o dos números porcentuales es muy poco significativo, lo único que indica es que el fenómeno se mantiene con la misma intensidad y con la misma frecuencia.