La UE congela aranceles de represalia a EEUU por tres meses; habrá negociación

  • La Unión Europea pone pausa al incremento de aranceles para los productos estadounidenses, mientras se inicia negociación con la administración Trump

La Unión Europea anunció este lunes una pausa de tres meses en la aplicación de los aranceles que había impuesto como represalia a los gravámenes comerciales establecidos por la administración del presidente estadounidense Donald Trump. La medida busca abrir una ventana de oportunidad para avanzar en negociaciones bilaterales y reducir las tensiones de una guerra comercial que provocó Washington.

El 2 de abril, Trump subió los aranceles generales en un 20% a los productos de la UE, lo que provocó que se anunciaran contramedidas de represalia. Luego el presidente estadounidense anunció una «pausa» de 90 días en la implementación de esa norma, y en consecuencia la UE adoptó una decisión similar con sus contramedidas.

La pausa adoptada por la UE tendrá «efecto legal» a partir del martes, indicó en un comunicado de la UE.

Un gesto hacia el diálogo

En un comunicado oficial, la Comisión Europea explicó que la decisión “tiene como objetivo facilitar un espacio constructivo para reiniciar el diálogo comercial con Estados Unidos y explorar soluciones duraderas que beneficien a ambas partes”.

Valdis Dombrovskis, vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea y comisario de Comercio, señaló que esta pausa no representa una renuncia a los intereses europeos, sino un gesto de buena voluntad: “Queremos dar una señal clara de que la Unión Europea está comprometida con una relación comercial transatlántica estable y predecible. Sin embargo, esperamos reciprocidad y avances concretos”.

Reacciones desde Washington

Desde la Casa Blanca, la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR, por sus siglas en inglés) respondió positivamente a la medida, calificándola como “una señal alentadora”. En un comunicado, la USTR afirmó: “Valoramos el paso dado por la UE y esperamos aprovechar esta pausa para resolver nuestras diferencias a través del diálogo”.

Aunque la administración Trump ha adoptado un tono más conciliador respecto al comercio internacional, hace falta comprobar la voluntad de mejorar las condiciones del comercio global de forma integral. Las tensiones, particularmente con China, continúan.

Contexto de una disputa prolongada

La disputa comercial entre Estados Unidos y la Unión Europea se intensificó en 2018 cuando Trump impuso aranceles del 25% al acero y del 10% al aluminio importado de la UE, Canadá y México. Bruselas respondió con una serie de medidas equivalentes, y desde entonces, ambas potencias han estado envueltas en una serie de litigios y represalias, incluida la disputa por los subsidios a Boeing y Airbus.

¿Un punto de inflexión?

La decisión llega en un momento clave para las relaciones transatlánticas, marcadas por desafíos geopolíticos comunes, como la guerra en Ucrania, la transición energética y la competencia con China. La distensión comercial podría reforzar la coordinación política y económica entre ambos bloques.

Bruselas y Washington tienen ahora tres meses para demostrar que pueden superar años de tensiones y forjar una nueva etapa en su relación económica. La pausa es temporal, pero las consecuencias de su éxito o fracaso podrían ser duraderas.

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