La Unión Europea condenó la detención del líder opositor Alexei Navalni por parte de las autoridades rusas cuando se disponía a entrar en el país, tras meses en Alemania donde se ha estado recuperando del envenenamiento sufrido el pasado verano, y ha reclamado su puesta en libertad de forma inmediata.
«Las autoridades rusas deben respetar los derechos de Alexei Navalni y liberarle inmediatamente. La politización de la justicia es inaceptable», ha asegurado el Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, en un comentario en Twitter.
- Rusia alega que Navalni tiene pendiente una sentencia condicional y desde diciembre está en búsqueda por numerosas infracciones del período de prueba.
En la misma red social, el presidente del Consejo, Charles Michel, ha calificado de «inaceptable» el episodio sufrido por el opositor ruso a su llegada a Moscú. «Pido a las autoridades rusas que le pongan en libertad de forma inmediata», ha exigido el ex primer ministro belga.
Precisamente Michel reúne este jueves a los líderes de los Veintisiete en una videoconferencia para tratar la situación del coronavirus en Europa y debatir la estrategia de vacunación. Preguntado si el asunto de Navalni podría tratarse en el encuentro, un portavoz de Michel ha indicado que está estudiándose.
Por su lado, el presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli, ha denunciado lo que entiende como una «ofensa a la comunidad internacional y a Europa después de salvarle su vida». Por ello, ha reiterado el mensaje a las autoridades rusas para que le deje en libertad y ha invitado a Navalni a acudir a la Eurocámara para explicar su situación.
Comunicados
Entre los estados miembro de la UE, los países del Este y los bálticos son los más críticos con Moscú y han abanderado la imposición de sanciones.
Tras conocerse la detención de Navalni, Lituania, Estonia y Letonia han publicado un comunicado conjunto en el que reclaman que la UE actúe «rápidamente» si Navalni no es puesto en libertad.
«Necesitamos considerar la aplicación de medidas restrictivas en respuesta a este acto flagrante», han señalado los países bálticos, abriendo la puerta a aprobar nuevas sanciones.
En esta línea, el presidente de Lituania, Gitanas Nauseda, ha señalado que la detención se trata de la «prueba» de que el Kremlin «sistemáticamente viola los Derechos Humanos y las libertades democráticas» y ha pedido que las democracias occidentales no toleren este maniobra.
Por parte de Alemania, el ministro de Exteriores, Heiko Maas, ha expresado que Rusia debe respetar los derechos civiles de cualquier ciudadano, también Navalni, de acuerdo a sus compromisos internacionales. Por ello ha reclamado su puesta en libertad, recordando que Europa sigue esperando que Moscú investigue su envenenamiento.
Otra de las voces que ha criticado el caso ha sido la primera ministra finlandesa, Sanna Marin, quien ha exigido a Rusia que ponga en libertad a los detenidos, investigue el envenenamiento y proteja los derechos propios de cualquier democracia.
Relaciones con Rusia
El enésimo incidente con Navalni llega cuando las relaciones entre Rusia y el bloque europeo se encuentran en un punto bajo, precisamente degradadas por el intento de asesinato del opositor en verano, que se produjo poco tiempo después de que Bruselas y Moscú chocaran por la situación en Bielorrusia.
Mientras que la UE no reconoce la elección del presidente Alexander Lukashenko, este ha recibido un apoyo fundamental desde el Kremlin para aferrarse al poder tras los comicios fraudulentos del pasado 9 de agosto.
La UE impuso sanciones contra varios altos funcionarios próximos al presidente ruso, Vladimir Putin, después de que laboratorios de Alemania, Francia y Suecia determinaran que Navalni había sido envenenado con un agente químico nervioso desarrollado por los soviéticos conocido como Novichok.