El técnico del Real Madrid lo dijo tras el choque ante el Eibar: Algo pasa, y va a tomar medidas.
«No estamos en crisis, además estamos en octubre y no podemos volvernos locos, pero algo pasa, sí. Lo que tenemos que hacer es trabajar más. Meter más intensidad en los inicios de los partidos. Ahora hay parón por selecciones y cuando vuelvan (los jugadores) tenemos que cambiar porque no podemos seguir así». De esta forma, Zidane lanzaba un aviso a navegantes tras el cuarto empate consecutivo del Real Madrid, en casa y ante el Eibar. Sin duda el más preocupante de todos, y que ha hecho saltar las alarmas internas en la casa blanca.
Tras media temporada 2015-2016 en la que todo fueron buenas noticias para Zizou, el francés se enfrenta a su primera crisis como máximo responsable del equipo. Y no es que no lo fuera antes de comenzar este curso, pero es verdad que el desastre de la etapa de Rafa Benítez le otorgaba cierto ‘cuartelillo’ ante la prensa y los aficionados por ser el técnico recién llegado a mitad de año. Ahora es diferente. El entorno se empieza a cansar de la pasividad de un equipo que empezó bien en agosto, pero que desprende aroma de abandono a las primeras de cambio. Y esas sensaciones han salpicado a su entrenador. Han surgido las primeras dudas, también internas, sobre Zidane.
Por eso, y según destaca ABC, el galo no va a permitir que sus palabras caigan en saco roto.Dijo que había que trabajar más y eso es justo lo que el Real Madrid va a hacer en cuanto todos los internacionales regresen al trabajo en Valdebebas. De hecho, de no haber habido parón por choques internacionales, el entrenador ya estaría aplicando esas nuevas medidas: Más sesiones y más intensidad, entrenamientos específicos y un plan para que el equipo recupere la intensidad al inicio de los encuentros, acompañada de una presión alta que era una de las máximas de esta temporada y que apenas vimos en los dos o tres primeros partidos.
Ya en verano, varios jugadores destacaron la fuerte carga de trabajo físico que el nuevo preparador contratado a dedo por Zidane, el italiano Antonio Pintus, estaba aplicando a la plantilla. Algo novedoso y poco habitual en el Real Madrid y que parecía dar sus frutos, con un inusual estado de forma de los futbolistas muy al principio de la temporada. Ahora todo eso se está evaporando y Zidane no quiere que la gente piense que todo era mentira. Más trabajo, su secreto para demostrarlo.