Una nueva celebridad apareció el lunes en el horizonte del juicio por agresión sexual del exproductor de cine Harvey Weinstein, la supermodelo Gigi Hadid, aunque no como víctima sino como posible jurado.
La estrella de las pasarelas se presentó en la corte de Manhattan la mañana del lunes como parte de un nuevo grupo de jurados potenciales que han desfilado por allí durante una semana.
Doce miembros del jurado y seis suplentes deben ser seleccionados de aquí a la próxima semana para este juicio emblemático del movimiento #MeToo.
La modelo estadounidense de 24 años, que en diciembre se encontraba aún en París para un desfile de Chanel, levantó la mano cuando el juez James Burke preguntó a los 120 candidatos a jurado convocados este lunes si alguno conocía a Weinstein.
«Conocí al acusado», dijo la modelo, antes de explicar que también conocía a otras personalidades cuyos nombres podrían mencionarse durante el juicio, como Salma Hayek, quien tildó de «mi monstruo» a Weinstein tras acusarlo de acoso sexual.
Cuando el juez le preguntó si estaba en condiciones, pese a ello, de juzgar el caso de manera imparcial, Hadid respondió afirmativamente.
«Creo que soy capaz de mantener una mente abierta sobre los hechos», respondió ella.
Por lo tanto, será una de los posibles miembros del jurado llamados a regresar a la corte el próximo jueves para una selección más profunda.
Sin embargo, parece poco probable que esta estrella de las redes sociales seguida por más de 51 millones de personas en Instagram resulte elegida.
Weinstein, un extodopoderoso productor de Hollywood de 67 años, ha sido acusado de acoso o agresión sexual por más de 80 mujeres, incluidas famosas como Ashley Judd, Gwyneth Paltrow y Léa Seydoux. Sin embargo, solo será juzgado en Nueva York por dos casos de violación y agresión sexual, pues la mayoría de los presuntos hechos prescribió.
La cobertura mediática de este caso dificulta la selección del jurado: más de 500 jurados potenciales ya han sido convocados para este juicio, que se prevé que se extienda hasta principios de marzo.
Muchos ya han pedido excusas, diciendo que no pueden evaluar objetivamente los hechos.