Aunque ella haya señalado que es una mujer que está en condiciones de ejercer el cargo, con el desmayo que tuvo ayer en la ceremonia del 11-S, lograron alimentar las dudas que su rival intentaba sembrar desde hace meses.
No cabe duda que aspirar al puesto político más importante en una de las naciones más poderosas del mundo no es una tarea sencilla. Hillary Clinton sigue en el centro atención ante cualquier error mínimo que pueda cometer, ya que enfrente tiene a un contrincante, quien para bien o para mal, ha sabido aprovechar los momentos fortuitos para afianzar su candidatura que hace un año era considerado “un chiste”
En la última semana los republicanos optaron por lanzar una serie de teorías para intentar evidenciar el preocupante estado de salud de la candidata demócrata. Y ayer, en pleno homenaje a las víctima del atentado de Nueva York de hace 15m, se desmayó a pocos metros de donde se ubicaba su rival. La exsecretaria de Estado suspendió por dos días sus actividades de campaña electoral, lo cual agrava la incertidumbre tras conocerse que ella padecía de neumonía.
Un nuevo obstáculo se suma a la carrera presidencial de exprimera dama, ya que el propio Trump ofreció que publicaría su historial médico, pero Clinton ha optado por no hacerlo hasta ahora. El País señala este lunes que la edad puede ser un factor influyente para estar en el cargo. Trump sería el presidente más longevo de la historia con 70 años y Clinton la segunda solo después después de Ronald Reagan, ambos con 69 años. Cualquiera de los dos puede sufrir desgaste en su puesto por lo cual su estado de salud no puede pasar desapercibido.
Trump empezó moderar su discurso y tras su visita a México pareció tener un nuevo respiro. A esto se le suma que también repuntó levemente en las encuestas entre los latinos y para fortuna del magnate, el “Fantasma” de los correos comprometedores de su rival no desaparece. Todo está echado a la suerte y si existía alguna duda, la pelea por la presidencia será determinante y se podría definir en las siguientes semanas, antes de batalla decisiva en noviembre próximo.