La Red: LA TRINCA… la misma que se resiste a morir… y sigue en pie de guerra


La trinca…

(Dícese en política, cuando un grupo de personas –pueden ser tres o más– trabaja para conspirar, tomando decisiones sin transparencia)

Crispino Picón Rojas


Había una vez, un grupo de personas poderosas que se reunían para tomar las decisiones en un pequeño país llamado Guatemala.  Aunque no era suyo, trataban aquel país como propio y lo exprimían para llenar sus caletas, cuentas bancarias –locales e internacionales– y comprar toda clase de casas, carros… puntos.

En ese entonces, la trinca era numerosa, poderosa y no dejaba que nadie se opusiera.  Era como un gran árbol que tenía en la copa, nada menos que al presidente Alejo Giammattei y su pareja Miguelito Martínez, pero en las ramas había un montón de todopoderosos.  En el Congreso tenían varios achichincles: Allan Rodríguez, Alvarito Arzú y Shirley Rivera, encargados de mantener firmesy bien pagados a la mayoría de los diputados que formaban la entonces llamada alianza oficialista.  La lista seguía luego con la Cony Porras, la todopoderosa fiscal general y pistola humeante para intimidar, perseguir y meter al bote a cuántos alzaran la voz o tomaran el camino erróneo de la oposición.

Detrás de ellos, se alineaba la caballería –no precisamente por montar a caballo–, y vaya si no era numerosa: chorro de diputados, magistrados de la CC y la CSJ, jueces lambiscones y desalmados, algunos milicos, el Procurapeor Alejandro Córdova, estructuras mafiosas, la organización parajudicial apodada Fundaterror, de Ricardo Méndez Ruíz, empresarios amigos, lo mismo que narcos y cualquiera que quisiera sumarse, simplemente con tener la etiqueta de corrupto y antidemocrático.

Pero a lo largo del año la trinca se ha ido debilitando poco a poco.  Primero, Bernardo Arévalo se encargó de sacarlos del Guacamolón, a pesar del esfuerzo que este grupo hizo por llevar a cabo un golpe de estado antes de que Berny asumiera.  De ahí en adelante, han venido dando golpes bajos, pero sin la fuerza de antes… aunque nadie niega que siguen siendo tan peligrosos como los alacranes venenosos y ponzoñosos.

Aunque todos los mencionados siguen siendo parte de la trinca, la verdad es que ya no todos participan en sus asambleas generales.  Alejo y Miguelito,  que no pueden salir del país porque les cae la Interpol, dedican más tiempo al descanso y las discusiones conyugales –que dicen que son muchas y serias–, mientras que los magistrados de la CC no llegan para no darse color, y así Raymundo y mediomundo se zafan, algunos porque tienen miedo de que los gringos no les permitan más ir a ver a Mickey Mouse.

Algunos personajes de la trinca, que apuestan al fracaso de los semilleros.

En esta nueva etapa, la que ha tomado la cúpula del árbol es doña Cony, empoderada como la líder de la Trinca y haciendo marchar como soldaditos obedientes a sus jueces favoritos Freddy Orellana y Jimmi Bremer –aunque tiene más en cartera– y girándoles instrucciones a sus voceros en el Congreso: Rodríguez y Arzú Jr.

Las mafias y estructuras de corrupción siguen pasando su cuota, pero tratan de guardar distancia, porque saben que, si los miran muy cerca de la trinca, no les va a ir nada bien.

Ahora, la mayor atención está en ver cómo pueden equilibrar sus fuerzas en el Congreso para meter a sus magistrados favoritos, para poder seguir utilizando la justicia como mazo para controlar y reducir el poder del Ejecutivo y de todos los que hablen mal de la corrupción, por lo que la tarea de los diputíteres de la trinca está centrada en comprar votos en el Legislativo.

¿Qué pretende esta trinca infernal? Pues bien, saben que el control total es imposible de alcanzar, pero al menos cuentan ya con varios miembros de sus huestes en la nueva CSJ y confían en hacer lo mismo con las salas de apelación y eso, sumado a los jueces de la impunidad, pues todavía les alcanza para defenderse, pero también para dar algún golpe significativo al tío Berney de vez en cuando.

La preocupación de la trinca es que la CC parece estar en proceso de poner distancia.  A ello se debe que han dispuesto no responder muchas veces las insistentes llamadas de Doña Cony. 

Por cierto, la fiscal general está cobrando conciencia de que, como ocurre a todos los poderosos que llegan a cargos por períodos específicos, el último año de su gestión se pierde casi la totalidad de la cuota de poder y las ratas principian a saltar del barco antes de que se hunda…

Por eso entiendo cuando me cuentan que ella suele repetir a sus fieles sobalevas: lo único que nos queda es ver si podemos activar el golpe de Estado y salir de los comunistas, porque está obsesionada con eso. Su otra ilusión mental es que Donald Trump  gane las elecciones den los USA y quite el apoyo del imperio al gobernante se la pobre y saqueada Guatemala.

Mientras tanto, dan muestras de que, aunque debilitada, la trinca todavía hace de las suyas, y logra llevar magistrados oscuros y grises para la CSJ hasta con el voto del oficialismo.

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