Por: Enma Reyes
De acuerdo con el informe de la Agenda del Milenio de la Organización de las Naciones Unidas, la pobreza extrema en Guatemala ha aumentado en los últimos años. En lugar de reducirse de 18 a 9 por ciento, entre 1998 a 2014, esta ha crecido hasta llegar al 23 por ciento.
“La pobreza multidimensional, esa que se mide más allá de los ingresos o la canasta básica y que incluye aspectos como la vivienda, las libertades y el acceso a servicios, arroja que casi 7 de cada 10 guatemaltecos han sido dejadas atrás por el sistema de distribución de riqueza», indica el documento.
En el reciente informe de Desarrollo Humano de Guatemala presentado el 14 de septiembre de 2018 en Nueva York, señala que en el índice de desarrollo humano el país ocupa el lugar 127 de 189 y en el caso de América Latina solo Haití y Honduras tiene un valor más bajo que nosotros.
La falta de planificación, presupuesto y enfoque de los programas de asistencia a la población vulnerable han sido los principales responsables de que incremente el número de personas de escasos recursos, señala el informe de Gobierno presentado durante la III Conferencia de Población y Desarrollo de América Latina y el Caribe, en agosto del año pasado en Lima, Perú.
Según el documento elaborado por el Gobierno y presentado por la Secretaría de Planificación de la Presidencia (Segeplan), el porcentaje de población en pobreza es del 59.3 por ciento, lo que representa un aumento de más de ocho puntos porcentuales con relación a 2006.
Acceso a servicios básicos
El informe de la ONU, además, reconoce la necesidad de realizar un proceso de reforma que modifique el trabajo de las agencias, fondos y programas que componen el Sistema de las Naciones Unidas en cada país. “En Guatemala, por ejemplo, ya se ha iniciado la formulación de un marco de cooperación donde se ha identificado como primer desafío el promover el acceso de las personas excluidas o en situación de vulnerabilidad a servicios públicos básicos y a un sistema integral de protección social, reducir la pobreza y establecer un sistema de protección social, son desafíos de primer orden reconocidos para el Gobierno de Guatemala”.
“No dejar a nadie atrás también significa llegar primera a los que están más lejos. Es crucial para la igualdad que eso ocurra, pues a menudo las mujeres, las niñas y los jóvenes están representados de manera desproporcionada entre las personas más marginadas, además de estar más expuestas a los conflictos, al cambio climático o a los desastres naturales”, cita el documento.