Stadia, la plataforma de videojuegos en línea de Google, empezará a funcionar en noviembre tras una ambiciosa campaña de publicidad de la multinacional estadounidense, a pesar de que su plataforma genera de momento un entusiasmo más bien escaso entre los jugadores tradicionales.
Google se adentrará con esta plataforma en el sector de los videojuegos, la principal industria del entretenimiento con unos ingresos de 135 mil millones de dólares en 2018.
Presentada en junio en el E3 de Los Ángeles, el salón de videojuegos más importante en el mundo, el objetivo de Stadia es que los usuarios puedan disfrutar de los juegos en cualquier pantalla: en la computadora, teléfono inteligente y televisor con internet.
Y también que puedan cambiar de un suporte al otro, continuando con la misma partida. Toda una revolución.
«Hace diez años que hablamos del juego en la nube, ya nos encontramos con la tercera generación de actores. Todos los indicadores aún no están en verde, pero Google es una empresa suficientemente sólida para intentarlo. Nunca antes habíamos estado tan cerca», considera Laurent Michaud, director de estudios para Idate, un grupo de reflexión especializado en la economía digital.
La Gamescom de Colonia, uno de los salones de videojuegos más importantes en Europa, que se celebra esta semana en Alemania, es una ocasión ideal para Google para seducir a los visitantes.
Su inmenso estand no pasa desapercibido, con un gran logo, numerosas azafatas y un tobogán para «llevar a los jugadores a otro universo».
El público de la feria prefiere, sin embargo, los estands de Nintendo o Konami, donde las colas son bastante más largas.
«Me parece un concepto interesante, pero tengo dudas sobre su capacidad de garantizar una buena conectividad», asegura Rishil Kuta, de 22 años. Adepto de los juegos en consolas domésticas, sin embargo, se muestra «dispuesto a pagar una cuota mensual» si la calidad del producto «resulta estable».
Steven Mertes, de 28 años, no desea renunciar a jugar en su consola o en su ordenador «que le ofrecen juegos de mejor calidad. Estoy acostumbrado desde hace años a jugar en el ordenador, es mucho más cómodo».
Netflix de los videojuegos
«Los jugadores más difíciles de convencer serán los ‘hardcore gamers’ (los jugadores tradicionales, más apasionados). Aunque no son tan numerosos como los jugadores ocasionales, tienen un gran peso», explica Michaud.
Estos ‘hardcore gamers’ suelen gastar mucho dinero, tanto en material como en juegos. Suelen ser fieles a sus plataformas preferidas, ya sea el ordenador o la consola.
Además, el juego en la nube se confronta con obstáculos técnicos. Aunque Google promete que en Stadia los juegos se verán en 4K (muy alta resolución) y con gran fluidez, esta requerirá una potente conexión a internet.
«El reto será sobre todo técnico, ya que como más alta sea la resolución, se necesitará una mejor conexión», afirma Wandrille Pruvot, presidente director general de Xtra Life, una empresa proveedora para esta plataforma de Google.
Stadia funcionará a través de una cuota mensual, de un mínimo de 9,99 dólares, que permitirá jugar a una trentena de juegos, la mayoría de ellos también presentes en otras consolas o en el ordenador.
Las plataformas de juego en la nube podrían potenciar los videojuegos independientes, lo que permitiría al sistema de Google de tener un rol parecido al de Netflix con las series, favoreciendo la difusión de productos originales.
«Este tipo de plataformas pueden liberar el aspecto creativo de las limitaciones técnicas. Un Netflix de los videojuegos podría apoyar los estudios independientes. Pero podría resultar compleja la cuestión de la remuneración», explica Fanny Renard, responsable de la comunidad del estudio independiente Goblinz.