La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) aumentó su producción de crudo en agosto en 151,000 barriles por día, cumpliendo así el incremento de la producción que pactaron con sus naciones aliadas, entre las que se encuentra Rusia.
Según se desprende del informe mensual que elabora el cartel sobre el mercado petrolero, los 13 países que conforman la OPEP bombearon 26,762 millones de barriles en el octavo mes del año, frente a los 26,611 millones de julio.
Si no se tiene en cuenta la producción de Venezuela, Libia e Irán, que no participan del acuerdo de control de la producción por sus problemas políticos e internos, el cartel produjo 22,614 millones de barriles en agosto.
El incremento en el número total de barriles producidos hubiera sido superior de no ser por Nigeria, cuya producción se desplomó en 114,000 barriles diarios debido a problemas operativos y técnicos en sus campos petrolíferos. Del lado contrario, el país que más incrementó la producción fue Irak (90,000 barriles más), seguido de Arabia Saudí (69,000 más) y Emiratos Árabes Unidos (55,000 más).
Previsión para 2022
El cartel prevé que la demanda mundial de petróleo en 2022 crezca en 4,15 millones de barriles, hasta alcanzar los 100.83 millones por día. Esta cifra supone una corrección al alza de cerca de 900,000 barriles respecto de las estimaciones del informe anterior.
Los datos preliminares de julio, los últimos disponibles, apuntan a que el ‘stock’ de petróleo de la OCDE se elevó en 10.5 millones de barriles respecto al mes anterior, por lo que las reservas totalizaron 2.912 millones de barriles. Esta cifra está 122 millones por encima de la media de los últimos cinco años y es 305.9 millones inferior al dato registrado un año antes. El nivel de reservas indica que la OCDE tiene petróleo disponible para 63.7 días, lo que representa 1.2 días menos que la media del último lustro.
En agosto, el precio medio del crudo de la OPEP se redujo en 3,2 dólares con respecto a julio, situándose en 70,33 dólares por barril, debido a la caída de la demanda en Asia, especialmente China y el incremento del volumen de crudo sin vender.