La doctora responsable de enfermedades emergentes y zoonosis de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Maria Van Kerkhove, ha informado de que el organismo lleva dos meses trabajando para cambiar el nombre de las variantes de Covid-19.
El objetivo, tal y como ha explicado, es «no estigmatizar» a los países o lugares donde se detectan por primera vez, así como a las personas que viven allí. Y es que, las tres variantes más conocidas hasta el momento se llaman comúnmente la británica, sudafricana y brasileña.
«Llevamos años diciendo que la ubicación no debe ser el nombre del patógeno. Estamos trabajando en el desarrollo de una nomenclatura para cada variante y, aunque pensaba que iba a ser fácil, llevamos dos meses para lograrlo, si bien esperamos anunciarlo muy pronto», ha aseverado.
Finalmente, y respecto al pasaporte vacunal, el director ejecutivo del Programa de Emergencias de la OMS, Michael Ryan, ha insistido en que el organismo apoya la creación de un certificado de vacunación como una herramienta sanitaria, pero no para otros usos que vayan más allá del ámbito de la salud.