Una investigación contra el antiguo presidente de la FIFA Joseph Blatter sobre un contrato de derechos de televisión de 2005 fue archivada por la justicia suiza, señaló a la AFP el exdirigente suizo este martes.
«Hoy fui oficialmente informado de que el ministerio público de la Confederación Suiza (MPC) decidió mediante una ordenanza archivar con fecha 22 de mayo la investigación sobre un contrato de derechos de televisión», indicó Blatter a la AFP, confirmando una información del diario Le Monde.
«Este anuncio ya es una buena cosa y llega después de cinco años exactos de mi decisión de poner mi cargo de presidente de la FIFA a disposición», señaló Blatter, de 84 años.
La justicia suiza cierra así una de las dos partes del procedimiento abierto en 2015 contra el antiguo jefe del fútbol mundial por «sospecha de gestión desleal y abuso de confianza».
La prensa había publicado en abril que el MPC no tenía la intención de continuar la investigación a Blatter por estos contratos.
FIFA dispone de diez días para presentar un recurso a la decisión del MPC ante el Tribunal Penal Federal de Bellinzone.
Preguntada por la AFP, la federación internacional indicó que a día de hoy «no ha recibido notificación formal de esta decisión del MPC».
«La FIFA estudiará todas las opciones legales para asegurarse que las personas responsables responderán de sus actos», señaló la instancia.
El procedimiento penal abierto contra Blatter también incluye un pago, tardío y sin referencia escrita, de 2 millones de francos suizos (1,88 millones de euros, 2,10 millones de dólares) a Michel Platini, entonces presidente de la UEFA.
Estos pagos costaron a ambos dirigentes una suspensión de varios años de toda actividad relacionada con el fútbol, lo que impidió que Platini se presentara a las elecciones de la FIFA para suceder a Blatter.
Un informe policial obtenido a finales de abril por la AFP asegura que las sospechas de «gestión desleal» contra Blatter «estaban bien fundadas» y el MPC sospechaba que Blatter había firmado un «contrato desfavorable para la FIFA» con la Unión Caribeña de Fútbol (CFU), dirigida entonces por el trinitense Jack Warner, suspendido luego de por vida por la FIFA e inculpado por corrupción por la justicia estadounidense.
Ese contrato, rescindido en 2011, se refería a los derechos televisivos de los Mundiales de 2010 y 2014 y era por 600.000 dólares (536.000 euros), una cifra considerada por debajo del precio de mercado.
Como consecuencia de «la inacción del señor Blatter contra la CFU o contra el señor Warner, la FIFA sufrió un perjuicio de una cantidad que alcanza los 3,78 millones de dólares (3,48 millones de euros)», se precisaba en el informe.