La justicia portuguesa incautó las obras de una de las mayores colecciones de arte contemporáneo del país, que su rico propietario, ahogado en deudas, intentaba dejar fuera del alcance de sus acreedores, informó el gobierno el martes.
«Ha habido una decisión de los tribunales en este sentido», declaró una portavoz del ministerio de Cultura, sin añadir más precisiones, confirmando las informaciones de la prensa.
Tres bancos portugueses intentaron sin éxito durante meses embargar estos lienzos que el hombre de negocios luso, José Berardo, les había propuesto como garantía de un préstamos de casi mil millones de euros. Preguntadas por la AFP, dichas entidades rechazaron hacer comentarios.
De acuerdo con la prensa, la Caixa Geral de Depósitos, el BCP (Banco Comercial Português) y el Novo Banco (antiguo Espirito Santo) recurrieron a los tribunales para obtener la confiscación de la colección que por ahora permanece bajo custodia el Estado.
Las principales obras de la colección, compuesta por más de 900 piezas, están expuestas en Lisboa desde 2006, en virtud de un acuerdo entre los museos y José Berardo, que los dejaba fuera del alcance de los bancos acreedores.
El conjunto, con obras de Gerhard Richter, Francis Bacon, Piet Mondrian o Joan Miró, fue evaluado en aquel momento en 316 millones de euros, pero su valor podría haberse duplicado en función de la evolución del mercado del arte.