El Tribunal de Casación francés desestimó este miércoles el recurso presentado por Monsanto, filial del grupo químico-farmacéutico Bayer, y así confirmó la condena a la multinacional por el caso del agricultor francés intoxicado por la inhalación del pesticida Lasso.
Esta decisión es el último capítulo de la epopeya judicial que el campesino Paul François, un productor del suroeste de Francia, inició en 2007 y con la que logró que condenaran en tres ocasiones al gigante estadounidense, ahora filial del grupo alemán Bayer.
La última sentencia condenatoria había tenido lugar en abril de 2019. Tras haber desestimado el recurso de Monsanto, la justicia francesa deberá determinar ahora los daños e intereses exigidos por el agricultor.
Caso clínico
- François se intoxicó en abril de 2004 tras haber inhalado los gases del pesticida comercializado por Monsanto.
- Después de sufrir varias enfermedades, tuvo que ser hospitalizado y estuvo a punto de morir.
- Desde entonces, asegura que sufre graves secuelas neurológicas.
- El campesino, que tiene reconocida una enfermedad profesional desde 2010, inició una batalla judicial para lograr que reconocieran la responsabilidad de la empresa química, a la que pidió una indemnización de más de un millón de euros.
La justicia francesa ya condenó a Monsanto por este caso por primera vez en 2012 y luego ratificó su decisión en 2015, pero la multinacional apeló estas sentencias.
Los jueces consideran que el grupo químico tendría que haber señalado el peligro específico de utilizar el Lasso cuando se trabaja en cubas.
Otra condena
Monsanto vuelve con condena por los tribunales franceses en abril de 2019, cuando los jueces dictaron la responsabilidad jurídica de la empresa por «la responsabilidad del hecho de productos defectuosos».
Bayer, que adquirió Monsanto en 2018, presentó entonces un recurso ante el Tribunal de Casación, la mayor instancia jurídica francesa junto con el Consejo de Estado.
Francia prohibió en noviembre de 2007 el Lasso, cuyo uso ya era ilegal en Canadá desde 1985 y en Bélgica y Reino Unido desde 1992.