La Gioconda recuperó el lunes su lugar en el Louvre, después de que la sala donde se expone habitualmente fuera renovada para canalizar mejor el flujo de visitantes del museo más visitado del mundo.
Después de dos meses de obras, la célebre pintura de Leonardo da Vinci fue trasladada de la Galería Medicis a la Sala de los Estados, frente al mayor cuadro del museo, Las Bodas de Caná, de Veronese.
Estrenó además un nuevo cristal de protección, más transparente.
La Sala de los Estados no había sido renovada desde hacía 15 años. Se mejoró la iluminación y se cambió el circuito de circulación de los visitantes, entre otras modificaciones.
«La Gioconda» es el emblema del mayor museo del mundo, hasta el punto de que sus responsables lamentan que algunos turistas solo se interesen por esta obra durante sus visitas. En 2018, 10,2 millones de personas visitaron el Louvre.
A partir del 24 de octubre, el Louvre inaugurará una gran exposición sobre Leonardo da Vinci, pero «La Gioconda» no será desplazada para la ocasión.