La uva Garnacha, de origen aragonés, se consagra como una de las variedades clásicas por excelencia, extendiéndose sus cultivos alrededor de cinco continentes pero encontrando su mayor esplendor en una de las regiones de mayor tradición vitivinícola de España, la D.O. Campo de Borja.
El vino ha formado parte de la historia del hombre por más de 7.000 años, manteniendo un gran valor cultural en la sociedad contemporánea. Desde pintores como Dalí o Picasso que plasmaron la simbología de esta bebida en sus obras de arte, hasta los profesionales actuales que dedican su vida a estudiar y experimentar con las infinitas posibilidades que ofrece, la cultura del vino se ha expandido a un ritmo vertiginoso a lo largo y ancho del planeta, convirtiéndose en un indispensable de cualquier reunión o celebración y proponiendo un interesante ámbito de formación para los más apasionados.
Una de las variedades clásicas por excelencia es la uva Garnacha que, a pesar de contar con plantaciones en los cinco continentes, encuentra su mayor producción y su origen en España, concretamente en la región de Aragón. Hay constancia documental de su plantación en los territorios de la Corona de Aragón a partir del siglo XVI, y a través del río Ebro comenzó su expansión a las regiones cercanas, Navarra, La Rioja, Cataluña y Valencia, para más tarde propagarse por las Islas Baleares, el sur de Francia y Cerdeña. Actualmente, la Garnacha es la quinta variedad tinta más cultivada en el mundo y España se corona como su mayor productor.
En la provincia de Zaragoza (Comunidad Autónoma de Aragón) encontramos la D.O. Campo de Borja, que se extiende desde la Ribera del río Ebro hasta el Somontano del Moncayo, el pico más elevado del Sistema Ibérico. Su localización geográfica privilegiada en el Valle medio del Ebro, con una influencia que combina el clima atlántico y mediterráneo, así como la diversidad de suelos existente, hacen que la maduración de la uva Garnacha encuentre en estos parajes una complejidad aromática muy rica en matices, con una notoria evolución de norte a sur del territorio. El 57% de la superficie de viñedo cultivada que abarca la D.O. Campo de Borja es de la variedad Garnacha Tinta. Sin embargo, también se producen otras variedades tintas como Tempranillo, Mazuela, Garnacha Tintorera, Cabernet Sauvignon, Merlot y Syrah. Entre las variedades blancas se encuentran Macabeo, Garnacha Blanca, Moscatel, Chardonnay, Sauvignon Blanc y Verdejo.
El pasado martes 26 de noviembre, la Oficina Económica y Comercial de la Embajada de España en Guatemala ofreció una ocasión única a los principales importadores y distribuidores de vino español en el país de degustar una cuidada selección de caldos, en un espacio facilitado por la Escuela de Alta Cocina Camille, en Ciudad de Guatemala. La dirección de la cata estuvo a cargo de D. José Ignacio Gracia, Director del Consejo Regulador de la D.O. Campo de Borja, a través de videoconferencia, debido a sus múltiples compromisos que le imposibilitaron trasladarse al país con motivo de la actividad.
El orden de los vinos se estableció con el fin de que los participantes comprobasen los descriptores aromáticos que brindan los diferentes terroirs de la D.O., así como las alturas. De esta forma, la cata comenzó con los vinos de la zona más próxima a la Ribera del Ebro, un área comprendida entre los 300 y 450 metros de altitud, de maduración temprana y baja pluviometría, donde abundan los suelos blancos con altos contenidos en carbonatos cálcicos. Precisamente en este terreno se produce el primer vino presentado durante la actividad, el Gregoriano Roble (Bodega Picos), cuya intensidad en nariz y expresividad en boca viene dada por una perfecta combinación de las variedades Garnacha y Syrah, maridado con un queso suave mezcla con predominante leche de vaca sobre mermelada de frutos rojos. También en Nota de Prensa este suelo se cultiva el Ruberte Tresor, degustándose en segundo lugar junto a un queso de media curación de oveja que potencia la buena acidez y explosión frutal con leves tonos tostados de este vino. Ambos se producen en pequeñas bodegas, B. Picos y B. Ruberte respectivamente, destacando por su potencial tánico, así como la fruta roja madura típica de la variedad.
A continuación, en la zona media de la D.O. Campo de Borja, donde abundan los suelos arcilloferrosos y abarca la mayor superficie cultivada, un 65%, se presentaron dos vinos de grandes bodegas, B. Aragonesas y B. Ainzón, ricos en aromas afrutados y florales, muy singulares de esta variedad. Empezando con un Garnacha Centenaria, presentado junto a un exquisito fuet para resaltar el sabor armónico y estructurado y amplio postgusto del vino. Seguido del Peñazuela Vendimia Tardía, cuyos matices que recuerdan a fruta negra, especias, flores secas y tostados de la madera, se completaban con un maridaje a base de caña de lomo ibérico.
Finalmente, se presentaron tres vinos pertenecientes a la zona alta, la más tardía de la D.O., en las estribaciones del Somontano del Moncayo, de cuyos suelos arenosos y de pizarra se obtienen vinos complejos y sutiles. En primer lugar, se degustó un Portal del Mocayo (Bodegas Román) servido con un sabroso salchichón ibérico, distinguiéndose por sus taninos equilibrados y sensaciones agradables del terroir que se aprecian en su postgusto. Continuando con otro vino monovarietal de Garnacha, Godina (B. Morca), de textura sedosa y pureza excepcional que realzaba el sabor del queso de oveja curado servido de acompañante. Cerrando con broche de oro la cata, un Palmeri Navalta llenó las copas de los participantes, destacando por su suavidad y ligeros matices de fruta madura que conserva aún su frescura y ofreciendo una combinación excepcional con jamón ibérico, un clásico de la gastronomía española.
La colección de Garnachas presentadas durante la cata sirvió para demostrar a los participantes la complejidad, riqueza de matices y diversidad que esta variedad puede ofrecer la D.O. Campo de Borja que se consagra hoy en día como el Imperio de la Garnacha, dado su éxito comercial tanto a nivel nacional y, sobre todo, a nivel internacional. En Guatemala, la presencia de vinos de la D.O. aumenta: Dentro de pocas semanas se podrá disfrutar de Godina (Bodegas Morca), distribuido por la importadora de vinos boutique Cinq Wines. Además, el vino Borsao Tres Picos (Bodegas Borsao) se puede adquirir en La Vinoteca.