La Fiscalía de Río de Janeiro ha anunciado este jueves que investigará denuncias de abuso policial en el operativo contra el narcotráfico desarrollado en la favela de Jacarezinho que se ha saldado con 25 muertes.
Considerada la redada más letal de la historia de Río de Janeiro y criticada por varias ONG que la han tildado como una «matanza», el operativo será ahora evaluado por la Fiscalía que desde que tuvo conocimiento de los hechos, ha comenzado a verificar los hechos.
«La Fiscalía de Río viene adoptando todas las medidas para verificar los fundamentos y circunstancias que rodearon el operativo y las muertes resultantes de la intervención policial, de permitir la apertura de una investigación independiente para verificar los hechos, con la adopción de las medidas de rendición de cuentas aplicables», ha señalado, informa UOL.
La institución ha indicado que «temprano en la mañana, el trabajo de la Coordinación de Seguridad Pública, el Grupo Temático Temporal y la Fiscalía de Investigación Criminal se inició, asimismo, con el conocimiento de los hechos a través de la divulgación en la prensa y las redes sociales».
25 muertos
Un operativo de la Policía Civil de Río de Janeiro contra el narcotráfico en la favela de Jacarezinho, ubicada en la Zona Norte de la ciudad, desencadenó este jueves un tiroteo que se ha saldado con 25 fallecidos, entre ellos un agente.
- La operación, que ha dejado el mayor número de bajas en una acción de este tipo desde julio de 2016, investigaba el reclutamiento de niños, niñas y adolescentes para llevar a cabo actos delictivos, como asesinatos, robos o secuestros.
- Según la Policía, el narcotráfico en Jacarezinho adopta «tácticas de guerrilla», incluido el uso de armas pesadas y soldados uniformados, y se trata de una zona considerada como la base del Comando Vermelho, el grupo narcotraficante con mayor actividad en Río de Janeiro.
Críticas
Organizaciones como Amnistía Internacional, y la Comisión de Derechos Humanos del Congreso de Brasil, que ha anunciado una investigación, han criticado el operativo, al que han calificado de «matanza».
Por su parte, la Policía Civil de Río de Janeiro lo ha defendido, asegurando que estuvo «muy planificado» y cumplió con todos los protocolos previstos en este tipo de situaciones. Asimismo, ha defendido que «eran criminales, bandidos, traficantes y homicidas, intentaron matar a los policías y no hubo más remedio que repeler esa injusta agresión».
El jefe de la Policía, Rodrigo Oliveira, ha criticado el «activismo judicial» que se está haciendo de lo sucedido y ha subrayado que se siguieron los protocolos exigidos por el Tribunal Supremo, que había restringiendo este tipo de operaciones en la favelas durante la pandemia, salvo en casos excepcional.