La Eurocámara logró este jueves una posición común sobre la reforma de las condiciones laborales y de remuneración de los camioneros que cubren rutas internacionales, tras meses de debate que opusieron a los eurodiputados del este y del oeste del bloque.
El Parlamento Europeo podrá ahora iniciar las negociaciones con el Consejo de la Unión Europea (UE), que reúne a los países del bloque, para consensuar una nueva legislación, casi dos años después que la Comisión Europea pusiera esta controvertida reforma sobre la mesa.
El debate sacó a relucir una profunda división entre los países occidentales del bloque, que acusan a los del este de hacer ‘dumping’ con peores condiciones sociales, mientras que estos últimos cargan contra el «proteccionismo velado» de sus vecinos.
En Plovdiv, en el sur de Bulgaria, camioneros se manifestaron este jueves para protestar contra la reforma. «¡Macron, no mates el negocio búlgaro!», proclamaba una de las pancartas que quemaron, en referencia al presidente francés y sus posiciones en este tema.
En el texto cerrado este jueves, la Eurocámara proponer autorizar a las empresas que efectúan entregas en otro país de la UE a prestar a continuación el mismo servicio dentro del país de destino, pero sólo hasta tres días después y no siete como hasta ahora.
Por ejemplo, un camionero que transporta una mercancía de Sofía a París podrá, tras cumplir su misión, realizar una entrega entre la capital francesa y la localidad gala de Estrasburgo de regreso a Bulgaria, una práctica conocida como cabotaje.
Los eurodiputados también abogaron por que las normativas para los trabajadores desplazados, que implica una remuneración según las normas del país en el que se trabaja, se apliquen tanto al cabotaje como al transporte transfronterizo, aunque con excepciones.
Las simples entregas de un país a un otro, con una carga o descarga adicional en el camino de ida y vuelta, estarán exentas de estas reglas para trabajadores desplazados.
Los camioneros deben poder regresar a su casa al menos cada cuatro semanas y el período de descanso obligatorio al final de la semana no podrá realizarse en una cabina del camión, consensuaron los eurodiputados.
La eurodiputada ecologista Karima Delli celebró el consenso sobre el tiempo de descanso, pero lamentó que no se apliquen las reglas de trabajadores desplazados de manera sistemática a los camioneros, lo que les convierte, a su juicio, en «trabajadores de segunda».
Pese a la oposición de Polonia, Hungría y Bulgaria, los países de la UE fijaron en diciembre su propia posición que ahora deberán confrontar a la de la Eurocámara. La comisaria europea de Transporte, Violeta Bulc, urgió a adoptar la reforma «en los próximos meses».