Las consecuencias económicas de la pandemia de coronavirus, que han hundido las bolsas y amenazan con una recesión mundial, podrían ser una oportunidad para sectores como el tecnológico, el de la venta en línea o el de los servicios, como los jets privados.
Con casi mil millones de personas confinadas en el mundo, la población usa cada día mas el comercio digital y todo tipo de servicios que hasta ahora desconocía.
«Creo que algunos aspectos de trabajo y de la organización cambiarán definitivamente cuando termine la situación actual», apunta Sally Maitlis, una profesora de comportamiento organizacional de la Said Business School, dentro de la universidad de Oxford.
«La gente descubrirá que puede trabajar y comunicarse de una manera que, hasta ahora, nunca había imaginado. Esto les obligará a estar más cómodos con la tecnología», explica Maitlis
El comercio en línea frente al pequeño comercio
Las grandes compañías de comercio en internet están registrando un importante aumento de pedidos a medida que la gente confinada en sus casas compran productos de primera necesidad.
Inicialmente las acciones de gigantes estadounidenses como Walmart y Amazon se hundieron en bolsa el 16 de marzo, una jornada negra para los mercados mundiales, pero luego se recuperaron (más de un 25% en el caso de Walmart).
«Constatamos un aumento de las compras ‘online’, y en consecuencia, algunos productos, como los productos de limpieza básicos y los suministros médicos, están agotados», indicó Amazon.
Por su parte los pequeños comercios independientes están sufriendo por la crisis, apunta Mike Cherry, presidente de la federación británica de pequeñas empresas.
«Los tiempos ya son muy duros para los pequeños comercios del país. Las cadenas de suministro preocupan porque la frecuentación continua bajando. Las perspectivas para estos comercios, en las próximas semanas, son cada vez más sombrías», asegura.
Streaming frente a salas de cine
Frente al aumento exponencial de la demanda, las grandes compañías del sector del ‘streaming’, como Netflix o Google (propietario de YouTube) redujeron su velocidad de transmisión para no saturar internet en Europa, el nuevo epicentro de la pandemia.
En todo el planeta, el uso de estas plataformas aumentó un 20% el pasado fin de semana, según la agencia Bloomberg News.
Al contrario, las grandes cadenas de salas de cine sufren una caída sin precedentes de público. Algunas están cerradas para frenar la propagación del virus.
En Estados Unidos, las acciones de los grupos Cinemark y AMC Entertainment cayeron un 60% en relación a enero y febrero.
Jets privados
El sector aéreo es uno de los más afectados por las consecuencias económicas del coronavirus y algunas empresas están al borde la quiebra.
La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) predijo el jueves que las compañías aéreas necesitan una ayuda de urgencia de 200.000 millones de dólares.
«La crisis (…) es mucho más grave y extendida que el 11 de septiembre, la epidemia de SRAS [en 2002 y 2003] o la crisis financiera mundial de 2008», advirtió el director general de la IATA, Alexandre de Juniac.
A la inversa, las compañías de aviones privados están viendo aumentar la demanda.
Los clientes más ricos quieren evitar encontrarse en un avión de línea con centenares de otras personas, asegura Daniel Tang, de MayJets, una compañía con sede en Hong Kong.
«Las demandas de información se han disparado» en un 400%, dice por su parte Richard Zaher, el presidente de una compañía de aparatos privados de Estados Unidos, que aumentó entre un 20% y un 25% sus reservas.
Clases online en lugar de gimnasios
Con muchas gimnasios cerrados, los adeptos del deporte están optando por quedarse en casa y seguir clases por internet.
Las acciones de Peloton, una compañía estadounidense de material de gimnasia para particulares, subieron considerablemente, porque los inversores apuestan por el aumento de la demanda de sus bicicletas estáticas y cintas para correr conectadas a internet, que permiten cursos en línea.
Videoconferencias frente a reuniones
El aumento de personas que trabajan desde casa ha hecho crecer la demanda de sistemas para comunicarse a través de internet.
«Hay tal ebullición con el trabajo a distancia que compañías como Zoom se han disparado en bolsa», apunta la analista de Creative Strategies Carolina Milanesi, en referencia a una compañía que ofrece servicios de videoconferencia.