La corrupción es una cáncer, que cuando se identifica donde se generó ya se ha dispersado. Esta es una enfermedad para el Estado, que se ha incrustado en todas las esferas, en las instituciones y organismos de control, esto con el propósito de cooptar el quehacer de estas, para que funcionen a favor de intereses personales manteniendo en total impunidad los hechos de corrupción. Es evidente que si no existiera la corrupción el Estado funcionaria de mejor manera, siempre con tropiezos.
Pero no podemos obviar que existen otros sectores que están involucrados en los hechos de corrupción, el sector privado también se ha prestado a ser parte de esta enfermedad, no se puede generalizar que todos el sector público o sector privado está involucrado, pero sería injusto pensar que no existe involucramiento de diversos sectores. La corrupción existe en todo nivel, para que se dé un hecho de corrupción debe haber un corruptor y un corruptible, por lo que debemos reflexionar sobre la permisibilidad que la población ha adquirido para aceptar esto como una normalidad, esto no debe continuar así, debemos fomentar y fortalecer una cultura de denuncia, si logramos incentivar que la población en general desde su localidad, denuncie hechos de corrupción estaremos fortaleciendo nuestra cultura política y obligaremos a que las instituciones encargadas a fortalecer su capacidad de investigación, así como detener la burla que existe a la ciudadanía con el mal uso de los recursos del Estado.
Lo que vivimos los guatemaltecos desde abril pasado, demostró que los hechos de corrupción unieron a una población indignada, harta de los costos de la corrupción, pero esto será suficiente para generar una conciencia en contra de una problemática que esta insertada en todo el Estado, y donde todos los sectores están involucrados?
El 9 de diciembre se designó por la Asamblea General de las Naciones Unidas como el Día Internacional contra la Corrupción, esto con el propósito de crear conciencia contra esta problemática que afecta a diversos, si no es que a todos, sectores de la sociedad. El objetivo de conmemorar un día para hacer conciencia de la importancia esta lucha, y promover mensajes, campañas y acciones que resalten la importancia de prevenir y luchar contra la corrupción a nivel internacional.
Crear una conciencia en un colectivo es una tarea que lleva tiempo y esfuerzo, la corrupción como la define Naciones Unidas: “es un complejo fenómeno social, político y económico que afecta a todos los países del mundo. En diferentes contextos, la corrupción perjudica a las instituciones democráticas, desacelera el desarrollo económico y contribuye para la inestabilidad política” (UNDOC). Esto no es poca cosa, ni fácil de combatir. Si los países más desarrollados deben luchar contra este fenómeno y aun no encuentran una herramienta, mecanismo o método que permita blindar a las instituciones para que estás no sean viciadas y responda únicamente a intereses colectivos, es evidente que todos los países tenemos retos mayores para contrarrestar esta problemática. Puede que todo parte que las instituciones deben ser guiadas por personas, que están llamadas a apegarse a principios para cumplir y dar valor a la función pública, sin embargo como seres humanos no son perfectos y comenten errores, errores que en algunos casos llegan a prevalecer un interés de un sector en particular y no por un interés común, lo cual termina en hechos de corrupción generando un costo social muy alto.
Si lo que vivimos los guatemaltecos en el mes de abril, contribuye a generar conciencia podremos avanzar a promover acciones que arremetan en contra de los hechos de corrupción, que aunque unos pocos sean quienes los cometen, toda la población afectada ya que se limita el desarrollo integral del país, limita las posibilidades para que exista una estabilidad que propicie las condiciones necesarias para que exista inversión y estabilidad para un desarrollo sostenible.
Como sociedad debemos buscar aquellos espacios que aún tiene la confianza de la población para fortalecer la lucha contra la corrupción, y hacer un despertar con conciencia de la importancia que tiene erradicar esta enfermedad. La participación de la ciudadanía fue el ingrediente secreto para que se diera paso a una serie de cambios, pero no podemos dejar que la lucha por recuperar la integridad de una sociedad se vaya por la borda con el cambio de nuevas autoridades, debemos exigir, denunciar y promover un fortalecimiento integral que logre recuperar la confianza de la ciudadanía en la administración pública.