La Cámara de los Comunes de Canadá aprobó este martes el proyecto de ley que penaliza las terapias de conversión LGBTQ2, lo que ha supuesto una victoria para el minoritario Partido Liberal del presidente, Justin Trudeau.
El proyecto de ley ha obtenido luz verde con 263 votos a favor y 63 en contra –de 62 de los 119 legisladores conservadores-– y, ahora, pasará al Senado para obtener el apoyo necesario.
En concreto, esta legislación propone cinco nuevos delitos penales en contra de la terapia de conversión, como obligar a un menor a someterse a esta práctica, sacarlo del país para lo mismo o obligar a una persona a acudir a esta contra su voluntad.
Tras la aprobación del proyecto de ley, Trudeau celebró, a través de su perfil de Twitter, que «a pesar de que más de la mitad de la bancada conservadora ha votado en contra», se ha autorizado la legislación que busca penalizar «esta práctica dañina y degradante».
«La terapia de conversión no tiene lugar en Canadá», agregó, para asegurar que siempre defenderá a los canadienses LGBTQ2 y sus derechos.
Proteger la dignidad
Por otro lado, el ministro de Justicia, David Lametti, aplaudió la aprobación del proyecto de ley que, como ha incidido «busca proteger la dignidad de personas lesbianas, gays, bisexuales, transexuales, queer y de dos espíritus».
«Si se aprueba, hará que las leyes penales de Canadá sobre la terapia de conversión sean las más progresistas y completas del mundo», vaticinó.
Uno de cada cinco hombres de minorías sexuales en Canadá ha sido objeto de esfuerzos de cambio de orientación sexual, identidad de género o expresión de género, según datos del Gobierno del país, recoge la agencia DPA.
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