- Las calles de Bakú ya comienzan a transformarse en un escenario de vértigo. A pocas horas de que arranque el Gran Premio de Azerbaiyán, el rugido de los motores y la expectativa de los aficionados llenan de vida una ciudad que ha convertido a su circuito urbano en uno de los más espectaculares y traicioneros del calendario.
La temporada entra en su tramo decisivo y cada curva de este trazado de 6 kilómetros puede ser un punto de quiebre en la lucha por el campeonato. Oscar Piastri, con la serenidad de un líder inesperado, llega con la presión de sostener su ventaja frente a gigantes como Max Verstappen, que en Bakú siempre ha mostrado un instinto feroz de supervivencia.
El trazado es el circuito urbano de Bakú, con una longitud de aproximadamente 6.003 km, caracterizado por combinar rectas largas con curvas estrechas y tramos técnicos que exigen precisión.
El neerlandés sabe que esta pista puede regalar sorpresas en el momento menos pensado, y está dispuesto a aprovechar cualquier error de su joven rival.
Ferrari también aterriza en Azerbaiyán con hambre de protagonismo. Entre la ilusión de Charles Leclerc y la experiencia de Carlos Sainz, la escudería italiana busca un resultado que la acerque a los primeros planos.

Y no muy lejos, el eterno Fernando Alonso, que todavía guarda destellos de su genio competitivo, quiere volver a desafiar las estadísticas en un trazado donde la estrategia y la astucia pesan tanto como la potencia del motor.
El asfalto de Bakú tiene memoria: carreras decididas en la última vuelta, accidentes inesperados y remontadas históricas forman parte de su ADN. La recta interminable frente al Mar Caspio promete batallas a más de 340 km/h, mientras que el estrecho paso por la sección del castillo pondrá a prueba la precisión quirúrgica de cada piloto.
El clima añade una capa de incertidumbre. Aunque se espera sol durante la carrera, las previsiones hablan de posibles ráfagas de viento y ligeras lluvias en los días previos, lo que podría dejar la pista impredecible y resbaladiza. En un circuito donde un error mínimo se paga contra los muros, cada detalle cuenta.
Bakú nunca defrauda. La cita de este fin de semana no es solo una carrera más: es una batalla estratégica, un examen de nervios y, quizá, el capítulo que marque el rumbo definitivo del Mundial 2025.
Los focos ya están sobre la capital azerí y el semáforo se prepara para apagarse. Lo que suceda en estas calles quedará grabado en la historia reciente de la Fórmula 1.
