El ministro de Exteriores palestino, Riyad al Maliki, señaló este jueves que la Autoridad Palestina es «optimista» de cara a la llegada a la Casa Blanca de Joe Biden y aseguró que está dispuesta a retomar las negociaciones directas con Israel sin más condiciones que el respeto a las resoluciones de Naciones Unidas y la Iniciativa Árabe de Paz.
«Sabemos que quedan menos de dos meses de Administración (de Donald) Trump y somos optimistas respecto a la nueva Administración en Washington«, manifestó durante una comparecencia por videoconferencia en la Rome MED 2020, una conferencia telemática sobre política internacional.
Al Maliki confirmó «contactos indirectos con el equipo de Biden«, y expresó la esperanza de las autoridades palestinas de retomar los contactos con Washington después del 20 de enero, cuando el presidente electo accederá formalmente a la Casa Blanca.
Así, hizo hincapié en que las declaraciones por parte de la vicepresidenta electa, Kamala Harris, apuntan a un posible «acercamiento hacia la Autoridad Palestina».
«Nos han demostrado que hay razones suficientes para que retomemos los contactos en el momento en el que asuman sus cargos», ha argüido.
Mahmud Abbas
El ministro de Exteriores palestino explicó que la decisión del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, de retomar la coordinación con Israel –suspendida en mayo por los planes israelíes de anexionar partes de Cisjordania, incluido el valle del Jordán– «es un acto para animar a la nueva Administración para que avance en esta dirección».
En este sentido, desveló que han trasladado mensajes a Estados Unidos y la Unión Europea (UE) para confirmar que los palestinos están preparados «para renovar las negociaciones directas sin condiciones previas, siempre y cuando estén fundadas en los términos de referencia internacionales».
Entre estos términos citó «las resoluciones de la ONU, la Iniciativa Árabe de Paz y el Derecho Internacional», antes de asegurar que «en el seno de la UE hay una intención clara de animar a palestinos e israelíes a avanzar».
Prontas soluciones
Por ello, reiteró la voluntad palestina de lograr una solución fundamentada en los dos estados, con Jerusalén Este como capital, y ha manifestado que la Autoridad Palestina «rechaza cualquier acto unilateral», al tiempo que ha reconocido que «no se puede avanzar sin Estados Unidos».
Al Maliki ha dicho también que los palestinos han «pagado las consecuencias» de su decisión de «decir ‘no’ a la Administración Trump» y «cortar todo tipo de contacto». «Nos hemos negado a recibir llamadas de la Administración Trump durante los últimos tres años», ha señalado.
De esta forma, ha recordado que Washington «cortó completamente las contribuciones financieras a la Autoridad Palestina, cerró las oficinas palestinas en Washington, cerró el consulado general en Jerusalén Este, reconoció Jerusalén como capital de Israel y trasladó allí su Embajada (en Israel)».
Los acuerdos de normalización
En otro orden de cosas, ha hecho hincapié en que Trump «está trabajando muy duro para acelerar el proceso de normalización entre países árabes y el Estado de Israel» antes de su salida del poder el 20 de enero.
«Entendemos que todos los presidentes, especialmente los de Estados Unidos, llegan con un plan y se van con su plan. No esperamos que Biden herede los ‘Acuerdos de Abraham’ –firmados por Israel, Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Bahréin– y el llamado ‘acuerdo del siglo’ y lo acepte», ha argüido.
Asimismo, ha adoptado un tono más conciliador con EAU y Bahréin –a los que la Autoridad Palestina acusó de «traición» tras la firma de los acuerdos– y ha pedido «diferenciar entre los ‘Acuerdos de Abraham’, el ‘acuerdo del siglo’ y los acuerdos de normalización entre unos pocos (países) árabes e Israel».
Trump y Netanyahu
«Entendemos que Trump y Netanyahu lo han hecho por motivos personales, querían ganar puntos de cara a las elecciones. Trump lo intentó y falló. Ahora todos hablan de elecciones anticipadas en Israel, donde Netanyahu podría perder», ha manifestado.
Al Maliki ha resaltado que las autoridades palestinas juzgan los acuerdos desde el prisma de la Iniciativa Árabe de Paz, que «contemplaba que la normalización llegaría al final de un proceso en el que Israel se retiraría totalmente de los territorios palestinos y árabes ocupados».
«Netanyahu ha querido dar la vuelta a eso y ha convencido a Trump», ha puntualizado, antes de reconocer que tanto EAU como Bahréin han sopesado motivos de relevancia para ellos para dar este paso.
«EAU tenía razones muy importantes, de tipo económico. EAU quiere beneficiarse de esa normalización. Israel quiere aprovecharse de ello para crear diferencias y afirmar que la resolución del problema palestino-israelí no es ya una prioridad», ha argumentado.
Asimismo, ha hecho hincapié en que «la situación de Bahréin es diferente». «Tiene miedo de Irán y la razón es de seguridad. Creen que aliarse con Israel podría evitar que Irán tenga motivos para comerse a Bahréin», ha reseñado el ministro de Exteriores palestino.