- Hansi Flick ha logrado lo que parecía imposible en apenas unos meses: devolverle al FC Barcelona la autoridad de un equipo de época.
Mientras el Real Madrid se pierde en debates internos, el conjunto azulgrana vuela bajo la batuta del técnico alemán, transformando la derrota del Clásico de octubre en el combustible para una racha histórica.
El punto de inflexión: de la caída a la gloria
El 25 de octubre marcó un antes y un después. Tras caer 2-1 en el Clásico, muchos vaticinaron un desplome emocional del equipo joven de Flick. Sin embargo, ocurrió lo contrario. Desde aquel día, el Barça ha contado sus partidos por victorias, firmando un pleno de puntos que ha dejado al Madrid en el retrovisor.
Remontada de Hierro: En solo ocho jornadas, el Barça no solo ha neutralizado la ventaja blanca, sino que le ha recortado nueve puntos, un golpe psicológico que ha dejado a los de Ancelotti/Alonso buscando respuestas.
Velocidad de Crucero: La diferencia entre el Barsa del año pasado y este es abismal: +8 puntos (46 frente a los 38 de la 24/25).
La comparativa: en la cima de la década
El Barsa de Flick está a un paso de cerrar una primera vuelta que lo sitúa directamente en los libros de historia del club. Si vence en la última jornada de esta ronda, alcanzará los 49 puntos, entrando en el podio de honor de los últimos diez años.
El secreto de Hansi: ¿Por qué este Barsa es imparable?
No es solo una cuestión de puntos, es una cuestión de sensaciones. El «Flickismo» se basa en tres pilares que han dinamitado LaLiga:
La Línea de la Muerte: El Barsa juega con una defensa adelantada casi suicida que asfixia al rival. En estas ocho victorias consecutivas, el equipo ha provocado una media récord de fueras de juego por partido.
El Renacimiento de Lewandowski: Acompañado por la magia de Lamine Yamal y el descaro de Raphinha, el polaco está viviendo una segunda juventud, superando sus registros goleadores de las últimas tres temporadas.
Preparación Física de Élite: A diferencia del año pasado, el equipo llega a los minutos finales de los partidos con una intensidad que arrolla a los rivales. Las segundas partes del Barça de Flick se han convertido en un calvario para los defensores contrarios.
El Barsa despide el año natural con una sonrisa que no se veía en la Ciudad Condal desde antes de la pandemia. Hansi Flick ha entendido que el ADN Barça no solo es posesión, sino también presión y pegada. Con 46 puntos en el bolsillo, el título de invierno ya tiene dueño y la sensación de que este equipo puede aspirar al triplete en 2026 es, por primera vez en mucho tiempo, una posibilidad real.