A ocho días de asumir la vicepresidencia de Argentina, Cristina Kirchner acudió este lunes a los tribunales para declarar en un juicio en su contra por presunta corrupción, que ella denuncia como parte de un plan para «destruir a líderes populares y democráticos».
Se trata de la primera vez en que la exmandataria (2007-2015) podrá hablar en su defensa ante el tribunal que la enjuicia como supuesta jefa de una asociación ilícita, acusada de favorecer al empresario Lázaro Báez en el otorgamiento de licitaciones de obras viales en la provincia de Santa Cruz (Patagonia, sur).
Sus abogados solicitaron que la audiencia pública sea transmitida en directo por televisión, pero el tribunal no lo autorizó.
Un puñado de simpatizantes la esperó a las puertas de los tribunales con una pancarta que decía «Te abrazamos hasta tu regreso. Gracias Cristina». También gritaron consignas pidiendo que se televise su intervención.
Vestida con una chaqueta blanca, Kirchner ingresó hacia las 09H30 locales (12H30 GMT) sin hacer declaraciones a la prensa.
Kirchner insiste en que las causas judiciales en su contra responden a una persecución política.
«Lawfare»
«En la Argentina, como en el resto de América Latina, la articulación de los medios de comunicación hegemónicos y el aparato judicial con el objetivo de demonizar y destruir a los líderes de los gobiernos populares y democráticos, se ha transformado en un plan sistemático», escribió en Twitter horas antes de la audiencia indagatoria.
Kirchner, quien gobernó entre 2007 y 2015, asumirá como vicepresidenta el próximo 10 de diciembre, tras la victoria electoral de la fórmula peronista de centro-izquierda que integró con Alberto Fernández.
Actualmente, como senadora, tiene fueros parlamentarios que le han eximido de cumplir con la prisión preventiva solicitada por los jueces.
Cuando sea vicepresidenta, y por tanto también presidenta del Senado, se requeriría de un juicio político en el Congreso antes de retirarle los fueros.
Gregorio Dalbón, uno de sus abogados, sostuvo este lunes que «esta causa judicial va directo a la nulidad porque no tiene pies ni cabeza. Seguramente los responsables del ‘lawfare’ van a ser juzgados en un futuro».
«De todo lo que han dicho de Cristina no encontraron nada. Cristina hoy va a demostrar que esta causa está armada para perseguirla», añadió.
A Kirchner, de 66 años, le quedan ocho procesamientos, la mayoría por acusaciones de contrataciones irregulares y cohecho pasivo cuando era jefa de Estado. Cuatro han sido elevados ya a juicio oral, aunque sin fecha de inicio.
Dos causas, por lavado de dinero y enriquecimiento ilícito (Hotesur y Los Sauces), que implican también a sus hijos Máximo y Florencia, tendrán un juicio unificado.
Otras dos son por la venta de «dólar futuro», que ella defiende como una medida de política monetaria, y por encubrimiento a raíz de la firma de un memorando con Irán en la causa que investiga el atentado en el centro judío AMIA que causó 85 muertos en 1994.