La senadora Kamala Harris dio el domingo su apoyo al exvicepresidente Joe Biden, mientras que Bernie Sanders se hizo con el respaldo del influyente activista Jesse Jackson, en la carrera para convertirse en el rival demócrata que le disputará la reelección a Donald Trump en las elecciones presidenciales de noviembre.
«Haré todo lo que esté en mi mano para ayudarlo a convertirse en el próximo presidente de Estados Unidos», escribió en un tuit acompañado de un video en el que explica su elección.
«Realmente creo en Joe, a quien conozco desde hace mucho tiempo. Hoy necesitamos un líder que se preocupe por las personas (…) y creo que Joe puede hacerlo», dijo.
Después de un inicio de campaña en el que tuvo mucho protagonismo, la senadora demócrata de 55 años, que quería convertirse en la primera presidenta negra de Estados Unidos, abandonó la carrera a principios de diciembre por falta de fondos.
Tras cosechar resultados decepcionantes en las primeras votaciones de la interna del Partido Demócrata, la semana pasada, Biden obtuvo un rotundo triunfo en el supermartes, la cita más importante de la carrera, y recibió múltiples apoyos de su partido.
Al joven Pete Buttigieg, revelación de la campaña, le siguieron Amy Klobuchar, Beto O’Rourke y Mike Bloomberg, todos excandidatos a la Casa Blanca.
Bernie Sanders, su principal rival y autodefinido como «socialista», recibió el domingo el importante apoyo de Jesse Jackson, famoso activista de los derechos civiles.
«Bernie Sanders representa la vía más progresista» para permitir a los afroamericanos ponerse al día desde un punto de vista social y económico, explica en un comunicado transmitido por el equipo de campaña del senador de Vermont.
Jackson es una figura muy respetada en la comunidad afroamericana, un electorado clave en las presidenciales estadounidenses. Biden cuenta con un fuerte apoyo entre esta comunidad ya que fue mano derecha de Barack Obama, primer presidente negro de Estados Unidos.